Pasó el debate como pasarán las elecciones este domingo y tantas otras que vendrán, aunque esperamos que a su debido tiempo y no adelantándose. Pasará estos y aquellos políticos, de uno y otro signo, más viejos o más nuevos, más conservadores o revolucionarias, austeros o derrochadores con las arcas públicas. Pasará tiempo y vendrán otros. Pero el problema y lo que preocupará a la gente siempre será lo mismo, la economía. Vivir bien. Nadie quiere ser pobre. Nadie quiere renunciar al bienestar, aunque hay gente para todo. Y, por eso, la economía y el empleo siempre debería ser el principal tema de cada debate, de cada discusión política. Y centrar todos y cada uno de los esfuerzos de los que mandan, la gestión de la economía y de los servicios de la manera más beneficiosa para los habitantes. Ayer se conocieron nuevos datos de paro y las cifras señalan que Granada lleva tres meses seguidos con el desempleo creciendo, que es una de las provincias españolas estancadas en el vagón de cola y que no hay quien cure la temporalidad del mercado laboral en esta era de la precariedad. Y este será siempre el primer problema.