La Rayuela

Lola Quero

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El efecto Marifrán

El golpe estratégico de poner a Macarena Olona se ha diluido y en su lugar ha triunfado otra candidata casi antagónica

El candidato del PP a la reelección en la Junta, Juanma Moreno,  desayuna churros  esta mañana junto a la candidata número uno por Granada del PP al Parlamento andaluz, Marifrán Carazo,

El candidato del PP a la reelección en la Junta, Juanma Moreno, desayuna churros esta mañana junto a la candidata número uno por Granada del PP al Parlamento andaluz, Marifrán Carazo, / EP

Vox eligió a Macarena Olona, uno de sus activos al alza en la política nacional, para aparecer en Andalucía como candidata estrella en las elecciones autonómicas del 19 de junio. A esto se le llamó efecto Olona, toda una estrategia para demostrar que este partido apostaba fuerte y aspiraba a tocar gobierno, aunque los de Abascal subestimaron el enorme inconveniente de que la cabeza de lista no fuera de la tierra.

La circunscripción elegida fue Granada y la vecindad administrativa, Salobreña. Lugares donde ella tiene aliados incondicionales y el aterrizaje forzoso no parecía causar malestar interno, como sí ha ocurrido en otras provincias cuyos parlamentarios andaluces de Vox llevaban varios años en la brega y no se han mordido la lengua tras el frustrante resultado electoral.

También era Granada, como Almería o Jaén, una zona de Andalucía a la que se le presume un alto porcentaje de personal cabreado con el sistema autonómico, siempre muy centralizado en la Andalucía occidental. Por todo eso, los pronósticos de voto que manejaba este partido eran arrolladores en esta provincia. Al final, el resultado ha subido algo respecto a 2018, pero el 15% del escrutinio está muy lejos de esa intención de arrasar con el efecto Olona.

En cambio, ha habido otro partido que sí ha arrollado en la provincia, con un porcentaje de voto (42%) nunca antes conocido para el Partido Popular de Granada, sobre todo tras la llegada del multipartidismo. No es un fenómeno aislado en Andalucía y la tendencia ha sido ésa en cada una de las provincias que han fraguado la mayoría absoluta de Juanma Moreno. Pero tampoco podemos minusvalorar un posible efecto Marifrán (Carazo), la cabeza de lista granadina elegida por el PP de Juanma Moreno, que en realidad ha seguido a pies justillas el modelo personal y político del candidato a la Junta. Moderación y empatía, sin mensajes estridentes.

Ambas, la de Vox y el PP, eran las candidatas de la derecha, pero podemos ver en ellas perfiles y estilos casi antagónicos. El fragor mitinero y militarista de Olona es discurso sosegado en la cabeza de lista popular. El mensaje antisistema de la de Vox contrasta con las continuas referencias a la gestión realizada desde San Telmo, donde Carazo ha llevado en los últimos años una de las Consejerías más importantes del Gobierno de Moreno. Las contadas apariciones, tipo Guadiana, de Macarena, sin apenas entrevistas ni ruedas de prensa, nada tienen que ver con la presencia constante de Marifrán Carazo en Granada. Y aquí me detengo, porque quizás una de las claves del 19J en la provincia haya sido ésa.

La consejera de Fomento no llegó a esta provincia para la campaña tras llevar varios años desaparecida. Al contrario. Si por algo ha destacado (lo reconocen hasta sus adversarios políticos) ha sido por la constante presencia en cada ocasión festiva, institucional, asociativa y hasta personal, porque se le puede ver de compras o de paseo de forma frecuente por Granada. Es un clásico que los consejeros de la Junta regresen a sus provincias de origen para asistir a un acto estratégicamente señalado los viernes y/o los lunes. Pero en el caso de Carazo, además, ha sido habitual su presencia en partidos de fútbol, reuniones educativas o en cualquier concurrida reunión.

Si a esto le enfrentamos la llegada de una candidata foránea que aparece en las Cruces o en el Corpus, por mucha curiosidad popular que despierten sus vestidos, sus peinados o sus mensajes patrióticos, a la hora de la verdad, la del voto, el efecto que busca la mayoría es el de la estabilidad.

En barrios obreros como Chana, Zaidín o el Albaicín también le han dado su apoyo mayoritario a la candidata del PP, cuyo discurso basculaba a derecha e izquierda y en ocasiones era difícil de diferenciar del socialista. Esto es extrapolable a municipios de tradicional voto del PSOE, como Maracena, cuyo alcalde es Noel López. El candidato, que ha perdido en su pueblo, es muy conocido en las entrañas de su partido, pero mucho menos en los mercados y en las plazas populares, donde interesa recordar los nombres y las caras de la gente común. Esta conexión la manejan mejor otros activos del PSOE que no tardarán en tener su momento. Las municipales andan cerca y ahí los candidatos elegidos serán claves para pintar el mapa de colores. ¿Habrá efecto Cuenca o efecto Entrena?

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