Rosa de los vientos

Pilar Bensusan

bensusan@ugr.es

'enter-exit'

Desde que Granada entró en el agujero negro andaluz ha estado más fuera que dentro de Andalucía

Tras que Garnata, comprimida por la gravedad, se adentrase en el agujero negro 28F1980 al que sin piedad la lanzó Politikón por orden de Andalucía, entró en una curvatura espacio-tiempo que provocó una singularidad y la envolvió en un horizonte de sucesos nefastos. Pero hoy me permito un lapso temporal en mi crónica mitológica del universo olímpico infantiano-andaluz, para, al hilo de la física, la astrofísica y las paradojas de Einstein-Podolsky-Rosen o de Olbers, explicar la paradoja dentro-fuera o paradox enter-exit.

Y es que ¿cómo es posible la hipótesis de que estando dentro, realmente se esté fuera? Esta paradoja de enter-exit es en la está Granada desde hace 40 años, y no por mor de entrelazamientos cuánticos, sino por mor del principio de localidad a 250 km.

Desde que Granada entró en el agujero negro andaluz ha estado más fuera que dentro de Andalucía. Postergación, ninguneo, recentralización e hipercentralismo sevillano que han dejado a Granada fuera de todo, hasta de la Teoría del Todo.

¿Cómo entonces esta Andalucía impostada que nos mantiene a Granada y a los granadinos de facto fuera de todo premeditadamente, quiere mantenernos dentro? Inexplicable paradoja producto del egoísmo de intereses partidistas ajenos a Granada y a los problemas de nuestra tierra.

El exit generalizado de Granada y sus territorios históricos nos lleva no sólo a la paradoja dentro-fuera, sino también a una realidad "cuántica", no la de Planck sino a la cuantificación real del maltrato sistemático infligido a nuestro territorio por una autonomía en la que jamás se nos debió incluir. Cero absoluto. Última posición en cualquier ranking nacional de pobreza, empleo, inversiones, infraestructuras, servicios públicos…

Esta es la auténtica realidad de Granada, física, astrofísica y cuántica, y no admite paradoja alguna, como tampoco la admite la verificación empírica de la ineficiencia y el desprecio de Andalucía y su Junta. Sin espacio para nuestro desarrollo territorial, histórico y cultural, ni para nuestro progreso, cercenando nuestras expectativas de presente y de futuro, y mutilando nuestras iniciativas: esa es la única verdad de Granada en Andalucía.

El Granadexit, tras la descarada postergación andaluza, es la única vía de esperanza para que Granada alcance los niveles de desarrollo, progreso y prosperidad ya adquiridos por muchos otros territorios de España, como los constituidos en comunidades autónomas uniprovinciales aún sin derechos históricos ni territoriales.

El Granadexit no es una paradoja, es la única puerta física y cuántica para conducir a Granada desde un enter nefasto a un exit legítimo y constitucional.

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