Hola, querida Granada: espero que a la llegada de esta, te encuentres bien. Yo, ¡voy tirando! Pues como siempre, nena: ¡ya me conoces!

Me he enterado que este lunes saldrás a la calle para decir que 'ya está bien'. Los dos incidentes con el AVE que en la radio te he contado esta semana, te cargan de razones (de más razones) para pedir mejores infraestructuras y mejores enlaces con el mundo.

Querida amiga: llevas más razón que un santo. Tras demasiado tiempo sin vernos, este lunes estaré contigo en el patio del Ave María para hacernos una foto que debe remover conciencias (y chequeras públicas).

¡Ay, Granada!: ahí estaré contigo para apoyarte. No queda otra si queremos avanzar juntos. Pero, hija mía: andestabas cuando se estaba perpetrando, por ejemplo, la idea (el atropello) de Ana Pastor (la política) de no hacer la Variante de Loja para ahorrar los 400 millones de euros que antes costaba. A cambio cortó la vía para una inversión de 80 millones de euros en adecuar 27 kilómetros del trazado ferroviario tradicional al paso de los trenes de alta velocidad.

De aquella chapuza, la tan querida Pastor (santa de honor para algunos de tus amigos, Graná mía) pudo ahorrar a las cuentas públicas 320 millones de euros. Pero, ¿esa cantidad ha sido ahorro? Si sumamos los cuatro años y medio de aislamiento ferroviario y el lucro cesante por las consecuencias de la chapuza (una pérdida de competitividad flagrante), ese supuesto ahorro no es tal.

Pasado mañana estaré contigo, querida amiga. Te miraré a la cara y te dejaré implícitamente escrito con los ojos: ahora estás donde debes, aquí, pidiendo justicia para ti. Pero también lamentaré no saber dónde estabas cuando los gobiernos de los últimos 17 años te han olvidado para darte el agua que necesita tu campo; o el resto de infraestructuras pendientes. Y, ¿dónde estabas cuando los sucesivos gobiernos andaluces no han estado -ni están- a la altura con esta tierra?

El lunes, en el Ave María, estaremos juntos y nos llenaremos mutuamente de razones para pedir lo que nos corresponde. Pero, ¡ay Granada!: ¿dónde estabas hace nada cuando los que debían cuidar de tí más directamente, hicieron dejación de funciones sin que les hayas dicho aún ni 'mú'? ¿Cómo que quienes son?: pues los mismos que hoy se quejan de estar muy preocupados porque el agua te llega al cuello. ¿Dónde estabas entonces, amiga? ¿Dónde estás hoy cuando no les dices 'haber cerrado el grifo cuando podías'? Ay, Granada: ahora te quejas… Bueno: el lunes estaré contigo, Granada, porque, como proclama Isa, la familia es lo primero.

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