El Banco Central Europeo (BCE) acaba de anunciar un nuevo paquete de medidas ante las previsiones de un empeoramiento de la economía. Vuelve el fantasma de la recesión y no hay que olvidar que tenemos riesgos ciertos para la economía con situaciones como el Brexit, el parón económico en Alemania o las tensiones que la política de Trump está generando entre EEUU, China o la UE.

El eurobanco avanza por el camino de los tipos de interés negativos, retoma el programa de compra de deuda pública abandonado hace solo nueve meses y pospone sine die la subida de tipos. Se trata de un conjunto de decisiones que tendrán un alcance limitado ya que las características de la globalización de la economía dejan un estrecho margen a la eficacia de las políticas monetarias. A pesar de ello, parece claro que esta reacción del BCE es totalmente pertinente y puede ayudar a mitigar los efectos de esta nueva recesión.

Las consecuencias de la crisis económica de los últimos 10 años siguen presentes en nuestra memoria colectiva y, sobre todo, siguen afectando a miles y miles de familias que o tienen alguno de sus miembros en paro, o no llegan a final de mes, a pesar de que los expertos la consideran superada.

La desigualdad en la sociedad es hoy mayor que al inicio de la crisis. Ahora veremos si este nuevo fantasma de recesión se traduce en un renovado sufrimiento social. Pero lo que resulta básico para nuestro futuro colectivo es asegurar que los servicios públicos del Estado de Bienestar no se deterioren y sean capaces de responder a las necesidades sociales.

Las políticas implantadas por el BCE desde que comenzó la crisis económica han instaurado estrategias de austeridad que básicamente suponen gastar en función de lo que se ingresa y conseguir el equilibrio presupuestario. Y ello debe ser compatible con el funcionamiento del Estado de Bienestar. La cuadratura del círculo.

Sanidad, educación, servicios sociales o la atención a la dependencia, son elementos clave para el bienestar y la igualdad. Los responsables públicos y los gestores de estos servicios tienen la responsabilidad de cuidar y mimar su calidad y la sostenibilidad. Los profesionales, como siempre, han de seguir arrimando el hombro. Y las empresas proveedoras han de colaborar a la sostenibilidad y a la eficiencia.

Esto es necesario porque es el Estado de Bienestar el mejor mecanismo para atender las necesidades sociales con un criterio de equidad. Algo básico para las aspiraciones de igualdad que caracterizan a una sociedad avanzada. Hacerlo bien es lo inteligente desde el punto de vista social y desde el punto de vista de inversión económica rentable.

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