Pensándolo mejor

Miguel Hagerty

El fantoche trágico

LA expresión es de Ramón del Valle-Inclán y la emplea para describir al personaje principal de su tragicomedia Los cuernos de don Friolera. Sin llegar a los extremos cómicos, ni a los trágicos, de la magistral obra, la locución a secas suscita y pinta en nuestras mentes con colores cómo puede ser el individuo en cuestión. ¿Quién no conoce de cerca o de lejos a uno o a varios fantoches trágicos?

Obviando la ración diaria de fantasmas que entran y salen de programas televisivos de nula calidad -al fin y al cabo, no son más que fantoches profesionales quienes posiblemente se vuelvan personas encantadoras después de cobrar las fantochadas que les exige el guión-, los fantoches trágicos a quienes me refiero pululan por ciertas esferas de la patética sociedad de consumo que hemos creado y que alimentamos consciente o inconscientemente.

Si atendemos a la segunda acepción de fantoche que ofrece el DRAE, veremos que, desafortunadamente, gran parte de nuestra clase política puede clasificarse como 'sujetos neciamente presumidos'. Dejemos las últimas legislaturas municipal, autonómica y nacional a un lado y hagamos borrón y cuenta nueva; veremos enseguida que se ha levantado la veda de las fantochadas trágicas por doquier.

Por no ir más lejos, está la concejala popular de Mondragón que se abstuvo de votar la "moción ética" (?) que hubiera condenado a los defensores del asesinato de Isaías Carrasco. Tampoco la votaron los tres ediles de IU y han sido expulsados de la organización en un sano ejercicio de coherencia por parte de Llamazares. Pero, ¿expulsará Mariano Rajoy a Icíar Lamaráin? No, porque la excusa de este inesperado respaldo a ETA por parte del PP es que la edil aprovechó la ocasión para criticar al PSOE, único objetivo de la 'estrategia' popular. Pura fantochada trágica.

Las últimas movidas electorales de Esperanza Aguirre son las propias de una fantoche trágica y, sin embargo, su electorado se resiste a desactivar a la presidenta de Madrid a pesar de estar llevando al PP al borde del abismo en opinión de casi todos, incluso de Fraga. ¿Quién diría que a Mariano nadie se le adelantara por la derecha, como es el caso de la ex ministra de Aznar de Educación? Otro fantoche, pero ya internacional y bilingüe.

Lejos de mi intención es calificar a nadie de la plaza del Carmen de puertas adentro como fantoche trágico. Sin embargo, muchos de sus actos son casos muy, muy limítrofes con la calidad de 'fantochadas trágicas'. Lo de quitar el caballo del Ayuntamiento es tragicómico en todos los sentidos, pero tan transparente en sus intenciones que provoca rubor.

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