La Diputación es una institución más de las que considera a los deseados fondos europeos como una panacea de cara a la recuperación necesaria tras el tremendo 'bofetón' que en todos los sentidos ha supuesto la aparición del coronavirus en la vida de todos. Incluso, su presidente, José Entrena, ha pedido que la institución provincial tenga protagonismo en el reparto de dichos fondos. Este montante europeo, que recuerda a muchos la inolvidable película Bienvenido Mister Marshall, de Luis García Berlanga, debe servir de inyección para proyectos con visión de futuro y que no sean ese pan para hoy y hambre para mañana que supuso en su día el Plan E, también conocido como Plan Zapatero, con el que entonces presidente del Gobierno pretendió, sin éxito, atajar la crisis financiera que a finales de la primera década del siglo XXI azotó a España y a medio mundo. Para que los euros no caigan en saco roto, habrá que tirar de imaginación para que se inviertan en proyectos llamados a crear empleo y, por ende, riqueza a medio y largo plazo para que tengan ese deseado efecto multiplicador. Y sobre todo, no hay que olvidar que el dinero no es infinito.

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