El cierre del botellódromo se convirtió en un alivio para los vecinos de la zona en la que se ubicaba, en Arabial a la altura del Hipercor, y a su vez sirvió para que más de un político tratara de colgarse la medalla de llevar a efecto la clausura del espacio. Más cuando con el paso del tiempo desde el Ayuntamiento se aprovechó para, con la excusa de ser Granada Ciudad Europea del Deporte, reconvertir el espacio en una zona deportiva. Ahora salta a la palestra el abandono del lugar y la suciedad que se acumula dentro del recinto, que en su día se valló pero que está abierto. Y no es sólo suciedad, es que no se ha tardado mucho en ver como las paredes, e incluso la pantalla con el logotipo de Ciudad Europea del Deporte, se han llenado de grafitis. Ahora, con la vuelta de las vacaciones y el inicio del curso universitario, asoma un 'nuevo botellódromo', que se ubica bajo la rotonda de la autovía en Neptuno, en los alrededores de la calle que conecta hacia el Camino de Purchil. En una de las reuniones hubo más de 2.000 personas y la Policía ha practicado 47 denuncias por consumo de alcohol y drogas. No es todo tan fácil como colgarse medallas.

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