Granada se entumece por la tarde y por la noche empieza a temblar. En este caso, en lo que concierne a los gatos vagabundos -sean ferales o no, pertenezcan a una colonia o no- los Tomás O'malleys se resienten. Y aunque este invierno no esté siendo crudo, cuando cae la noche hay que buscar refugio y éstos no entienden: sea un Panda o un Q7, lo importante es lo caliente que tenga el motor. Como todo.
Comentar
0 Comentarios
Más comentarios