Tras el apocalipsis del ciberataque mundial, ayer domingo nos despertamos con algo más prosaico y campestre, concretamente entre gallo y gallo. Un gallo, el de peluche que llevaba el representante de Portugal en el festival de Eurovisión, Salvador Sobral, que le sirvió de amuleto para ganar sobradamente -nunca mejor dicho- el mentado certamen musical, y otro, el de Manel Navarro, el polémico pseudo surfero catalán que, con su desafinado Do it for your lover, nos hizo sentir vergüenza ajena naufragando hasta la última posición en el Song Contest más famoso del mundo. Esperemos que quienes seleccionan a nuestros representantes en Eurovisión se den ya de bruces con la realidad de la baja calidad musical de sus elegidos, lástima que sus amiguetes del público le dieran 5 puntos con el televoto, porque esta desastrosa actuación se merecía un cero patatero, y todos lo sabíamos, menos, claro está, Televisión Española.

Concursos aparte, hay otros gallos y gallitos en el corral nacional que nos tienen en jaque en estos días. El primero, el gallo Puigdemont, que además de querer convertir a Cataluña en una nación dentro de los "Estados Unidos de Europa", su última desfachatez ha sido apuntar que va a exigir a Rajoy que España siga financiando a Cataluña incluso después de una eventual independencia, o sea, que en los meses posteriores a su secesión tendríamos que pagar de nuestros bolsillos los gastos de todo tipo de un Estado que no sería el nuestro, de traca. Pero no es de extrañar en alguien que gobierna sólo para los independentistas y que no se corta un pelo a la hora de proferir continuas descalificaciones contra España. Hasta ha llegado a decir en Harvard que somos un país atrasado y coercitivo. Pero este gallo está acompañado de otros muchos gallitos en su corral secesionista como Junqueras, Mas, o los europarlamentarios catalanes, que no dudan en asociarse con el lobby gibraltañero contra España.

Otro gallo que espera dar bastante pelea en el debate de hoy entre los tres candidatos socialistas es Pedro Sánchez, bastante crecidito en las últimas semanas tras conseguir 53.692 avales a su candidatura a las primarias del PSOE, 6.539 avales menos que Susana Díaz en la primera batalla, que sólo confirma un partido dividido en dos y dispara las opciones para alguien que inquieta bastante al aparato del partido. Sinceramente creo que Díaz ganará el 21 de mayo, pero un partido que busca líder y proyecto quizás debería de reflexionar sobre por qué uno de los líderes políticos más valorados de España en los últimos barómetros del CIS es Javier Fernández…

Gallito también sabemos que es Pablo Iglesias, y su última gallada -tras su solitario anuncio de moción de censura y ahora esperanzado en que una victoria de Sánchez le ayudase en sus planes- es respaldar el desafío independentista de Puigdemont en un acto que celebrará en una sala del Ayuntamiento de Madrid, que, por cierto, le alquilará Carmena, obviando que no se deberían ceder espacios municipales a quienes promueven un referéndum ilegal.

En fin, que entre gallos y gallitos andamos en los últimos días… Y veremos a ver qué nuevos pájaros entran en el corral de la actualidad nacional, porque los próximos días van a ser muy, pero que muy moviditos…

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