El gran mudo

Los ejércitos ven, oyen y sienten para, en democracia, hablar sólo en circunstancias muy precisas y convenidas

Así es como llaman al Ejército en Francia desde la III República para significar su actitud de contemplativo pero atento silencio ante el acontecer político. Con ello se desea subrayar, también hoy, la diferencia con otros momentos en que las Fuerzas Armadas asumieron un papel decisivo. Por ejemplo, en el nacimiento de la propia V República, con el general De Gaulle al frente. Innecesario es decir que ser mudo por discreto no es lo mismo que ciego, manco o cojo, ni mucho menos la mudez implica privación de inteligencia y voluntad. Los ejércitos, es decir los militares que los componen, en todas partes ven, oyen y sienten para, en democracia, hablar sólo en circunstancias muy precisas y convenidas.

Entre esas convenciones democráticas está la de que el militar ya retirado recupera plenamente sus capacidades ciudadanas y puede y debe, como cualquier otro, expresar sus opiniones en el debate público sin restricciones. La forma habitualmente prudente y mesurada con que ese derecho se ejerce no hace sino resaltar lo que esas expresiones nos dicen del estado de opinión y de ánimo de las Fuerzas Armadas en cada momento concreto.

El hecho inédito de que un ya nutrido grupo, cualitativamente excepcional, de ex altos mandos de las tres armas hayan dado el paso, siempre tan arriesgado, de encabezar candidaturas de un partido político en las próximas elecciones, llama la atención y nos obliga a reflexionar sobre lo que ello supone. Que este partido sea Vox -que se ha garantizado así una vez más el foco de los medios- puede alarmar a algunos, pero la razón de esa preferencia la ha dado uno de los protagonistas, el teniente general Pitarch, ex jefe del Eurocuerpo y alto cargo de Defensa en el Gobierno de Zapatero: "Vemos que ni el PP ni el PSOE han combatido el independentismo". Esto es exactamente lo que hemos constatado igualmente millones de españoles y una de las razones fundamentales del auge de Vox. Que a las voces de los que llevamos tanto tiempo clamando contra esa realidad, que es la que nos ha traído a la actual situación de peligro inminente sobre la unidad de la nación y el orden constitucional, se unan ahora, de una forma tan elocuente que vale por muchos discursos y proclamas, quienes en lo personal tienen tan poco que ganar en esta aventura es algo digno de admiración y elogio. Y muchos se lo agradecerán en las urnas.

MÁS ARTÍCULOS DE OPINIÓN Ir a la sección Opinión »

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios