La chauna

José Torrente

torrente.j@gmail.com

Al grano, mariano

Los líos del PP son el freno propio que desprestigia su trono de salvador de crisis heredadas de gobiernos socialistas

Los líos del PP, popular aserto del alcalde Cuenca, no son unos políticos repartiendo Eres según el interés del partido. No es un gobierno cómplice con la fraudulenta dádiva de más de 800 millones de euros, para que, entre otros, el sindicalista hijo de la señora de Lanzas hiciera "billetes para asar una vaca".

Los líos no son una tela de araña clientelar abastecida con el presupuesto público para que no faltara el empleo a los militantes y militantas en paro del PSOE. No son un baile de fusiones hospitalarias que se impulsan o se frenan dependiendo de lo amplio que sea el rechazo popular que las repudie.

Esos líos que dice el alcalde no son los que provocó Susana Díaz queriendo repartir la cura de nuestras enfermedades yendo de excursión por distintos hospitales, según el dolor.

Los líos, según Paco, no son un método de gobierno progresí que lleve al pueblo andaluz a consentir dócilmente el vasto desempleo que no para; que ese desequilibrio esté tan enquistado que se vea de un natural flipante. Los líos que dice Cuenca no son prometer líneas de bus urbano en el mes de febrero para finales de abril, y mantenerlas con su LAC y sus tramos aún en mayo.

Los líos del PP son una inexplicable magia inversa que convierte en problema cualquier éxito gubernativo que beneficie al partido. Es traer un AVE haciendo que parezca más una condena que una moderna y renovada oferta ferroviaria. Los líos del PP son ese freno propio que desprestigia su bien ganado trono de salvador de crisis heredadas de gobiernos socialistas. Son ese método interno, derivado de la ambición, la envidia o el inmerecido desacato, por el que lo que mejora con el Gobierno lo empeora el partido; o lo que sube la economía lo pervierten corruptores y corruptibles de egoísta pompa e indigna circunstancia.

La chunga suerte del PP, su lío electoral, es dar lugar a que un 155 necesario les haya dejado en solo cuatro diputados en Cataluña. Que frenar al independentismo sea un éxito que enriquezca de votos a C's. Que no haya reacción contra esa fuga cotidiana que presenta su barco electoral. Porque los líos pueden sorprender al principio, pero no deben amilanar a quien tiene la obligación de evitar el caos que pronostican. La política requiere verdades, y ya pocos cuentos. Al grano, Mariano: ¿renovamos?

MÁS ARTÍCULOS DE OPINIÓN Ir a la sección Opinión »

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios