Tú por el 'guasap' y yo por el 'mesenyer'

Es acojonante la utilidad de estos cacharros. Me pregunto cómo hemos podido vivir hasta ahora sin ellos y sin emoticonos

La celebración, este año, del cincuentenario de la creación de internet está sirviendo para que los sociólogos se estén preguntando hasta qué punto han influido la red y las nuevas tecnologías en nuestras vidas. Mientras unos piensan que internet ha sido el mejor invento de toda la historia, otros creen que se trata de un descubrimiento envenenado por el que están entrado un montón de males a nuestra sociedad.

Yo, por lo pronto, voy a desmentir esa creencia de que las nuevas tecnologías son más bien para jóvenes. Es mentira. ¡La de carrozas que hay enganchados! Yo y mi parienta, por ejemplo, utilizamos mucho el 'guasap' y el 'mesenyer'. Yo resido varias horas al día en la tercera planta de mi vivienda, donde está mi despacho. Ella está casi siempre abajo y para no subir ni bajar 34 escalones que hay entre una planta y otra y para no andar dando gritos, utilizamos del 'guasap'. Ella me dice: 'Voy a salir a comprar el pan'. Y yo le contesto con una mano con el pulgar para arriba que significa que estupendo, que quedo enterado. Ayer, sin ir más lejos, cuando estaba escribiendo esta columna, me envió un recado por el 'mesenyer'. Me dijo que iba a poner lentejas y yo le di al 'me gusta'. Incluso le puse un emoticono en el que se ve una carita relamiéndose. Cuando me dice que va a poner macarrones le envío el emoticono de cara de asco y ella me envía el de 'te fastidias'. Pero es que también las nuevas tecnologías han rebajo el índice de nuestras discusiones con voces inarmónicas incluidas. Cuando estamos disgustados y no nos hablamos, todo lo que queremos decirnos lo hacemos por 'guasap'. Yo le digo: "Me voy y no vengo hasta la noche". De emoticonos le pongo unas cervezas y unas gitanillas bailando para que sepa que me voy de juerga con unos amigos. Y ella me contesta: "Por mi como si te quieres ir al Congo Belga". Y me pone la calavera de peligro de muerte. Y ahí se acabó la discusión. También lo utilizamos para que quede constancia de lo que hemos dicho, por si en algún momento uno llega a negar lo que para el otro es una evidencia, como suele ser habitual entre las parejas que pierden por un tubo neuronas de la memoria. En fin, que es acojonante la utilidad de estos cacharros. Ahora me pregunto cómo hemos podido vivir hasta ahora sin 'guasap', sin 'mesenyer' y sin emoticonos. No me lo explico.

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