La política es tal que así. Unas veces se ven los toros desde la barrera y la faena parece más fácil y en otras ocasiones toca salir al ruedo a dar la cara con la amenaza de llevarse más de una cornada. Lo positivo es que si se hace bien también se puede lograr salir a hombros. Pero, independientemente de las siglas, la política tiene mucho de echar balones fuera y eso es lo que ha pasado con la presa de Rules, esa infraestructura que alguien definió como la mayor piscina de Europa y que según convenga los representantes en los diferentes parlamentos han ido utilizando a su antojo. Cuando en realidad tanto el PP como el PSOE han sido responsables, indistintamente, desde Madrid o desde Sevilla de que la presa siga estancada. Hace poco el PP se llenaba la boca diciendo que el 2019 va a ser el año de Rules y ahora el PSOE, en la oposición andaluza, sale a la plaza a pedir explicaciones por el posible trasvase a Almería. Mientras tanto los agricultores de la Costa Tropical siguen esperando que sea el momento de empezar a utilizar el agua del embalse. Pero en este tema sigue habiendo mucho chau chau y poca verdad.