Una antigua coplilla rezaba así: "A quien se le habrá perdido/una chaqueta sin mangas/ sin forros ni delanteros/ y rota por la espalda". Mutatis mutandi, eso mismo puede aplicarse a esta pieza única del automovilismo. La carrocería por lo menos, parece muy buena. El afanado hombre que está en el interior del vehículo tendrá que sudar la gota gorda -algo muy fácil con estas temperaturas sofocantes, todo hay que decirlo- para ponerlo al día él solo. Aún tiene que ultimar varios detalles de última hora si pretende que pase la ITV en breve.