La invención de Errejón

Es un partido, o lo que sea, que sólo busca la rentabilidad y el oportunismo. Por eso no se presenta en toda España

El invento de partido que está formando Íñigo Errejón no es una ocurrencia. Algunos lo subestiman, pero está correctamente planificado. Puede que se estrelle, porque el voto es más volátil de lo que parece. Muchos electores dudan entre indignados y aburridos, dos estados de ánimo negativos de los que puede salir cualquier cosa. Errejón, en condiciones normales, se hubiera apuntado al PSOE, como otros comunistas arrepentidos y con apetito de poder. Pero, en estos momentos de incertidumbre, el mejor servicio que puede prestar para que Pedro Sánchez sea presidente es justo lo que hace: aplicar el modelo andaluz (eso que ellos llamaban el trifachito) a la izquierda fraccionada.

El proyecto no se basa en las ideas, sino en las matemáticas aplicadas a la normativa electoral. Es un partido, o lo que sea, que sólo busca la rentabilidad y el oportunismo. Por eso, no se presentará en toda España, sino sólo en las provincias con más escaños en juego, para rascar. En Andalucía se espera que concurran en Sevilla, Málaga, Cádiz y Granada, aunque será difícil que formen candidaturas competitivas. Los errejonistas de Andalucía eran personas presentables, si bien considerados un poco pijos entre los suyos. Podemitas de luxe, como la senadora digital Esperanza Gómez, el costalero Sergio Pascual o la desencantada economista Carmen Lizárraga. Y siempre que se presentaron a elecciones internas de Podemos contra Teresa Rodríguez perdieron por goleada. Los errejonistas ya se conformaban con seguir en Adelante, mejor que irse atrás. Así que Íñigo deberá recurrir a los ecologistas de Equo, a espontáneos, y a defenestrados con ganas de recolocarse.

El nombre es lo peor que tienen. Errejón es el líder de Más Madrid. Un partido que se llame Más Madrid es impresentable en la España de las autonomías, el federalismo, las mareas y las confluencias. Tampoco les quedaba bien Más España, por motivos obvios. Así que se han sacado de la manga eso de Más País, que suena a un anuncio del diario de Prisa. Quizá sea un guiño a los lectores de los tiempos de Juan Luis Cebrián. En todo caso, el nombre es lo de menos, y chupar votos a Podemos es lo de más.

A niveles ideológicos, no hay enormes diferencias entre Íñigo Errejón, Pedro Sánchez y Pablo Iglesias. Son tres formas de entender el caudillo dentro de una izquierda confusa. Errejón colabora para que Pedro Sánchez sume sus escaños y tenga más fácil gobernar, mientras en el centro derecha restan y se fastidian entre ellos mismos.

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