AYER, como es habitual desde hace ya algún tiempo, recibimos en la redacción la convocatoria para la rueda de prensa previa al choque que va a disputar el CB Granada, en esta ocasión el domingo ante el Cajasol a partir de las 12.30 horas en el Palacio. Y como ya es costumbre -mala, entiendo- esta rueda de prensa se celebra en jueves, es decir, hoy mismo, cuando, recuerdo, el partido se juega dentro de unos días. Por ponerlo en horas, la información previa que el entrenador les puede ofrecer a ustedes a través de los medios la facilita ¡casi 74 horas antes de que los colegiados echen el balón al aire!

Puedo entender que este acto se lleve a cabo el jueves cuando el equipo tenga que viajar el viernes temprano por jugarse el partido el sábado, algo que, por cierto, cada vez más es rara avis en la ACB. Pero no tiene sentido cuando se juega en casa y, encima, un domingo. ¿Cómo se le puede requerir al entrenador su opinión sobre un encuentro que se va a celebrar tres días después? En este tiempo (casi media semana) pueden pasar muchas cosas que probablemente alteren el sentido de la información. Recuerdo, por ejemplo, cuando a principio de temporada en una convocatoria de éstas se le preguntó al técnico si iba a jugar o no Curtis Borchardt y la respuesta fue más o menos la siguiente: "No lo sabremos hasta dentro de un par de días". ¡Menos mal que ésa era la rueda de prensa PREVIA al partido!

No sé cuál es el motivo de tanta anticipación, aunque tengo mis sospechas. En vista de que en estas ruedas de prensa no se puede aportar todo lo que puede ser noticiable porque en muchos casos, vuelvo a insistir, no se sabe lo que va a ocurrir en las siguientes horas, propongo que el club haga una convocatoria mensual en la que el preparador hable de los peligroso que son los próximos rivales, lo importante que son los partidos y que todo pasa con por controlar el rebote y correr el contraataque. Mientras, como pasa con el mercado en mi pueblo, que es Huéscar, el jueves es día de rueda de prensa.