Granada, como Sevilla, tiene un color especial. En esta ocasión, el oportunismo de encontrarnos en el previo de campaña electoral. Ha sido Paco Cuenca, secretario general del PSOE de Granada capital, quien ha indicado que la semana del Corpus "no debe verse soslayada por unos procesos electorales, pues el interés tiene que ser los granadinos y no una campaña electoral". Pero eso mismo debería sostener desde que históricamente celebramos la fiesta infantil de la Tarasca mientras los niños van al cole en día no lectivo. O, como sucede por primera vez este año, el viernes puente del Corpus será también lectivo. Eso no es que "soslaye", es que construye un muro en la celebración de "unas fiestas tan importantes". Esa discusión, muy en la calle, no interesa. Solucionar, menos. No da réditos electorales. Lo del embudo. Estrecho o ancho, según el color con que se mire.

Elecciones en Andalucía. El panorama es, cuando menos, intrigante. Escuchaba a Juanma Moreno reflexionar sobre la dificultad de una mayoría absoluta (los analistas no lo tienen tan claro y dependerá del nivel de abstención), pero sí su aspiración a conseguir una mayoría holgada. Por ello, es conveniente realizar una foto fija que defina de dónde venimos y lo que el 19 se juega Andalucía. Hay que remontarse a las últimas elecciones en 2018. El PSOE de Susana Díaz ganó los comicios, pero con resultado insuficiente para gobernar. El PP obtuvo su peor resultado, pero la aritmética parlamentaria, con un Ciudadanos en efervescencia y la abstención de Vox, permitió la investidura de Juanma Moreno.

Cuatro años dan para mucho. El Parlamento que se constituyó no es el mismo que se disuelve este lunes. Y las aspiraciones, tampoco. Juanma Moreno presenta una intención de voto en las encuestas que auspician una diferencia holgada como lista más votada. El objetivo, pues, es evidente: gobernar en solitario, sin necesidad de nombrar a consejeros de Vox. Para ello, le es indispensable que el Partido Popular obtenga un resultado superior a la suma de diputados de los partidos de izquierdas, lo que dotaría de legitimidad la reclamación de gobernar en solitario. En las filas socialistas, todo indica que Juan Espadas luchará por evitar un resultado inferior al de Susana Díaz, y sus credenciales se apoyarán en un liderazgo interno consolidado, con la rémora de un grado de conocimiento no comparable al de Moreno.

Alea jacta est. Elecciones. Un solo ruego: Andalucía no está para juegos electorales ni postureos o promesas. No podemos permitir otro cuatrienio estéril. Nuestros jóvenes no lo soportarían. Necesitamos análisis económico, creación de riqueza, certeza en nuestras pensiones, y futuro alentador.

Alguna vez nuestros políticos dejarán paso a una Andalucía que presenta credenciales como lugar de entendimiento, donde las grandes preguntas sugieren respuestas que sólo se ofrecen desde la responsabilidad de Estado, la solidaridad, y el respeto. Alguna vez.

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