Rosa de los vientos

Pilar Bensusan

bensusan@ugr.es

¿Qué legado?

Las ideologías inventadas la gente no las siente y están para desmontarlas y cambiarlas

Hace hoy una semana que todos los partidos andaluces -excepto Vox-, representaron una auténtica performance, con una bandera inconstitucional como fondo y la interpretación de La verde y blanca de Carlos Cano, en la sevillana carretera de Carmona, para ensalzar el legado del no-padre de la no-patria del separatista declarado Blas Infante.

Pantomima en la que, ni faltaron los apesebrados infantianos, que declararon que "hoy el fascismo se pone nervioso porque la televisión pública y la Fundación Blas Infante van a enseñar la historia andaluza con rigor y seriedad" -sobre todo con rigor y seriedad…-, ni los acomplejados del PP-A, cuya secretaria aseguró que su gobierno está "construyendo", junto a "todos los andaluces", la Andalucía por la que "tanto trabajó, luchó y que anhelaba Infante".

Necedades hipócritas aparte, ¿qué legado es ese? ¿qué padre de qué patria? ¿qué historia enseñan estos mamandurrios con rigor y seriedad? Menudo legado el que ha dejado este falso ídolo y sus infantianers a Granada.

Es inconcebible que se haya inventado e institucionalizado una falsa historia andaluza, con la que se adoctrina en los colegios, y que se conmemore todos los años con un ritual ante la efigie de su deidad suprema. Somos muchos los granadinos que ni somos fascistas, ni andaluces, ni nos vamos a levantar ante tanta farsa y manipulación. Nos vamos a quedar igual de sentados que ZP, con la diferencia de que él lo hizo ante la bandera de un gran país como EEUU de América, y nosotros ante la verde y blanca de un no-país, de una no-nación y de una no-región cual es la mal llamada Andalucía.

Lamentablemente todas estas farsas ideológicas, cuasi religiones, son alimentadas por socialistas y comunistas -sin ideología desde que cayó el muro- y por la acomplejada derecha, que asiste a estos ceremoniales para no ser derechona.

Pero las ideologías inventadas la gente no las siente, y están para desmontarlas y cambiarlas para mejorar la condición de los territorios y los habitantes que las soportan. Y, cuando el sentimiento regional propio y el de no aceptación del nacional-andalucismo infantiano existen, deben refutarse estos falsos credos, con ideología, Historia, territorio y hechos objetivos.

Tras 40 años de fracaso del falaz ideal de Infante, y del sometimiento al mismo tras la creación de esta CCAA, Granada, ignorada, ninguneada, preterida y abandonada institucional, política y territorialmente, debe alcanzar el Granadexit que nos libere ya de tan falso legado, tan falsa patria y tan falso padre.

Con nuestra Historia, construyamos nuestro propio legado para nuestro futuro

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