Entre luces y sombras

La Navidad no es solo religión, mucho menos en una ciudad como Granada donde las luces son un reclamo para el turismo

Llevamos ya unas semanas con polémicas un tanto esotéricas a cuenta de las luces que adornan la plaza del Carmen en estas fechas.

Desde Algete (municipio situado a 447 km de Granada) salió la primera alerta: las estrellas luminosas colocadas en la plaza del Carmen les parecieron cruces invertidas y, por ese motivo, ofensivas para quienes practican la fe cristiana. Las luces llevaban poco más de una semana animando la tarde y la noche granadina. A partir de ahí, las redes sociales hacen su magia y aparece un tweet de la diputada por Granada Macarena Olona. El grupo municipal de ese partido al igual que el del PP han realizado declaraciones afirmando que las luces son "satánicas" o "cruces invertidas" o que "llaman al satanismo".

La ola sigue. El 11 de diciembre, un grupo de manifestantes interrumpe con sus gritos un acto convocado como repulsa por el asesinato de la última víctima de violencia machista, Lorena. Piden la dimisión del alcalde, enarbolando carteles contra el equipo de gobierno municipal y contra el obispo de Granada, Javier Martínez, al que califican de traidor. Todo ello, crucifijo en mano.

La cosa sigue y hasta la asociación Satanistas de España (reconocida por el Ministerio del Interior) ha hecho su aportación, negando que las cruces invertidas tengan nada de satánico.

Ya sabemos que Granada es tierra en la que los grupos "ultra" (sean de ultraderechas o de ultracatólicos) han tenido siempre cierto grado de presencia, aunque últimamente pasaran desapercibidos, tan llena la ciudad de turistas, Erasmus, conciertos o ciencia.

Qué triste que la noticia haya sido esta ridícula polémica y no las mejoras que se han introducido en adornar la ciudad para las celebraciones navideñas, que apenas hablemos de que el alumbrado de este año es más sostenible y económico, a pesar de que se ha aumentado el número de puntos de luz. Ahora mismo hay 2.121.149 en nuestras calles. Muchos de ellos, en el centro de la ciudad, pero también en los barrios, donde se han incrementado los motivos.

La Navidad, en nuestro contexto, no es solo una cuestión religiosa. Mucho menos en ciudades como la nuestra, donde las luces, los villancicos o las atracciones que lucen entre el 1 de diciembre y el 6 de enero son, además de una forma de embellecer las calles, un reclamo para el consumo y el turismo. Y eso, con la que está cayendo, debería de poner a toda la ciudad de Granada de acuerdo: más luces aún si con ellas viene la recuperación económica

MÁS ARTÍCULOS DE OPINIÓN Ir a la sección Opinión »

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios