Rosa de los vientos

Pilar Bensusan

bensusan@ugr.es

Sin milagros

Garnata vio pasar la Región Militar perdida, a las Salas del TSJA arrebatadas, a la UGR y la Alhambra arruinadas... etc.

V UELVO hoy a mi crónica mitológica del universo olímpico infantiano-andaluz, en donde, recuerden, Garnata se encuentra comprimida por la gravedad después de que Politikón la lanzase sin piedad al agujero negro 28F1980, por orden de Andalucía.

Además, al entrar en una curvatura espacio-temporal, se produjo una singularidad que la envolvió en un horizonte de sucesos nefastos que la condujeron a la zona más lejana y fría de la negrura del agujero.

Allí Garnata vio pasar a la Región Militar perdida, a las Salas del TSJA arrebatadas, a la sevillana sede administrativa de la Escuela Andaluza de Salud Pública, a la Alhambra y a la UGR arruinadas, a descaradas inversiones para sus hermanas, mientras ninguna para ella… y más y más desdichados sucesos. Hasta vio pasar al único punto autocovid en su tierra, mientras sus hermanas contaban con 91.

Discriminación, maltrato, postergación, ostracismo… pensó que era una auténtica pesadilla, y que, por más aversión que le tuviesen Híspalis y Malaka, nada de lo visto podía ser cierto… Es verdad que había sido despojada de sus bienes más preciados por sus falsos padres Infame y Andalucía, pero tenía la esperanza de que todo aquello se arreglase y de que su realidad fuese otra, y no los desatinos que le mostraba el agujero negro.

Morfeo Politikón había conseguido que se olvidase de beber el elixir del Garnadexit, pero ¿dónde estaba aquel delicado frasco dorado con el flúor verde esmeralda?

Rebuscó nerviosa en su túnica y consiguió encontrarlo en un bolsillo interior. Quizás no fuese demasiado tarde para tomarlo -pensó-. Aquel elixir le devolvería su tierra y su libertad, como le dijo Seques, si no, su larga y desventurada condena serían su único destino, como le advirtió el sabio.

Se dispuso, visiblemente excitada, a tomarlo, pero en ese momento aparecieron los semidioses Escudero, Borbollante, Cabezón, Gruñón, Hosanna y Morenilla, que se arremolinaron a su alrededor en aquella turbadora ingravidez ¿Qué pretendes hacer ingrata traidora?, le gritaron al unísono. Garnata intentó explicarles que con aquel elixir recuperaría su Reino y su libertad, pero no le dejaron. Aquellas perversas criaturas miraron a Morenilla, que, al ser el más joven, era quien debía proceder. Entonces éste se abalanzó sobre Garnata y le arrebató el hermoso frasco. Ya está, dijo ufano mirando a sus compinches. Y ahora, sigue en este agujero negro, que es donde te mereces estar, apostilló.

Y sin más, las infaustas criaturas se marcharon. Garnata quedó sola en el vacío más oscuro, sin salida, sin esperanza, sin futuro. Sólo una cosa podría sacarla de aquel agujero, un milagro…

MÁS ARTÍCULOS DE OPINIÓN Ir a la sección Opinión »

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios