Los seres humanos sentimos envidia en numerosas ocasiones por situaciones que vemos o vivimos con cierto recelo. Ese sentimiento es particular del 'homo sapiens', pero en cambio, a veces vemos cómo se traslada de una forma tímida a otras especies como los perros. Estas mascotas, consideradas en muchas ocasiones como el mejor amigo del hombre, miran con "ganas" el plato que hay en la mesa lleno de comida, a otros perros jugar con sus dueños, o como este caso, a las personas que hay dentro de un local. El 'can' espera pacientemente atado mientras su dueño realiza actividades lúdicas, algo que el también querría tener. Eso sí, el perro calla, espera y no se impacienta.
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