Para no morir tontos. Esta es una de las formas en las que un usuario define el programa portugués por el que se presta ayuda a los mayores para que aprendan a usar las herramientas digitales, que para la mayoría de la población joven son de uso común. "Lo hacemos para no morir tontos", dicen con acierto.

El programa se llama 'Eu sou digital' (Yo soy digital) y es un programa del Gobierno de Portugal que moviliza una red de jóvenes voluntarios para enseñar a usar las operaciones básicas de internet a un millón de personas mayores 'infoexcluidas'.

No es una iniciativa original ni pionera porque hay muchas acciones similares en muchos lugares, aunque sean necesarias más acciones y con más intensidad. Incluso recuerdo que en el municipio de Jun hace años se anticiparon en estrategias de formación digital de enorme interés.

Es un asunto que tiene cierta relación con la problemática que los mayores en España vienen denunciando reivindicando una atención personalizada y presencial a la banca española y de la que me hice eco en mi tribuna del pasado sábado. Y es que la digitalización (que supone una verdadera revolución con un potencial muy positivo para la sociedad), es un desafío que tiene consecuencias potencialmente negativas al poder generar una brecha de desigualdad si no se asegura que las personas con especiales dificultades conozcan, aprendan a usar y accedan a los recursos digitales de uso común.

Iniciativas como esta del Gobierno de Portugal o la que en su día inició el Ayuntamiento de Jun y las que se impulsan desde otras numerosas instituciones, deben multiplicarse para ofrecer posibilidades ciertas a quienes pueden caer en otra nueva forma de desigualdad y analfabetismo.

Al mismo tiempo no hay que olvidar que el acceso a la digitalización requiere también apoyo para que no haya una barrera por razones económicas: el precio del acceso a las redes de internet o para la compra de teléfonos o tablets no debería ser un inconveniente para las personas mayores y con riesgo de exclusión.

Y tampoco hay que creer que por apoyar en la formación y en el acceso a las herramientas digitales ya se ha resuelto el problema actual con la banca y otros servicios públicos que por razones de diversa naturaleza (incluidas la brecha digital) requieren apoyo y presencialidad para muchas personas, sobre todo las personas mayores. El apoyo y la colaboración de todos es muy importante, en especial el apoyo de jóvenes voluntarios.

Es hora de trabajar con mas intensidad por objetivos ligados a la igualdad y frente a la discriminación. Y se puede.

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