Manías

erika Martínez

Los que se mueven

UNA amiga que trabaja para la ONU me dijo una vez que en situaciones de conflicto tienen más probabilidades de sobrevivir aquellos que se mueven. Quedarse quieto es tan solo una opción para quien cuenta con todas las ventajas, para quien está sacando rédito de una situación o para quien llegado el momento puede improvisar la mejor de las salidas porque lo respaldan sus influencias y sus cuentas bancarias.

La desconfianza de la política profesional ha traído consigo la exigencia de una democracia crítica, pero también una tendencia facilona a confiar en discursos emocionales solo porque se alejan de la retórica parlamentaria. Los programas y argumentos políticos con los que parece haber arramblado la era pueril del electoralismo no son, sin embargo, lo único con lo que puede juzgarse a un partido. ¿Ante una situación crítica, cómo reaccionan los que podrían gobernarnos? Una postura muy aleccionadora es la de Rajoy, que ha optado por quedarse quieto como si sus alcaldes, diputados y ex ministros no estuvieran cayendo en cadena tras haber disfrutado a dos manos del Gran Desfalco. Como si la ciudadanía no estuviera emprendiendo una transformación profunda de la democracia que ha dejado de llamar a la puerta porque ya está dentro. Quedarte en el sitio es una estrategia propia del más tóxico de los conservadurismos, pero también una prueba de lo confortable de tu situación. Para la clase que el PP defiende (y que no es, por supuesto, la de la mayoría trabajadora de sus votantes) siempre es una opción seguir como se estaba: el orden que pretenden garantizar es aquel que les permite blindar sus privilegios, crear hospitales y colegios privados mientras se desmantela lo público, seguir sacando tajada y hacerlo mientras se pagan menos impuestos.

Pedro Sánchez, que lo sabe, se ha agarrado con desesperación al lema del cambio. Pero repetir consignas no es hacer política. No la hace, por mucho que grite, el loro que insiste dentro de su jaula. Cambiar las cosas comienza por tomar iniciativas conforme se transforma el escenario político. Reaccionar, hacer propuestas que impliquen una toma de posición. Demostrar que, ante una situación difícil e injusta, no vas a perpetuar las condiciones que la permiten. Que tú no las aceptas. Que tú vas a moverte.

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