De la noche al día

La noche de Barenboim

CUANDO Daniel Barenboim aparece en escena el mundo se paraliza. Es un mito y un genio de la música vivo y en plena actividad. Sus conciertos provocan infinita expectación y jamás defraudan porque él lo da todo sobre el escenario. Y en el Carlos V se siente especialmente a gusto y lo demuestra haciendo regalos de una asombrosa delicadeza como el nocturno y la polonesa con las que nos hizo soñar, tras el programa. Chopin y Barenboim son un tándem infalible e insuperable. Nadie quiso perderse este concierto, por eso no puedo divagar y quiero mencionar a algunas de las personas que asistieron. Empiezo con el alcalde de Granada, José Torres Hurtado, que disfrutó enormemente con la música. Como el concejal de Cultura, Juan García Montero y José Luis Carmona con sus respectivas mujeres y un amigo, Ignacio Cuerva, ex presidente del Granada club de Fútbol y su esposa Belén. También asistió la consejera Rosa Torres, que con su abanico rojo anunciaba el que estoy segura será el triunfo de España en el Mundial de Fútbol. Y estaba la ministra de Vivienda, Beatriz Corredor, apasionada de la Alhambra y de la arquitectura y con grandes amigos en Granada como la notaria de Loja Pilica Fernández del Moral, casada con Juan Antonio Roca Fernández Castanys, profesor de Derecho Mercantil de la Universidad de Granada. Más nombres importantes: José Francisco Vergara, director del Liceo de Barcelona y su amigo Antonio Panizza; Isabel Falla y su hija Coco; el embajador de Argentina en España; la directora del Instituto Valenciano de la Música, Inmaculada Tomás; el director de la Casa de Velázquez; el presidente de Juventudes Musicales de España, Jordi Roch; María José López, directora de Cetursa; el director general de Mapfre y gente tan interesante como Lázaro Azar, que viene expresamente desde México para asistir a los conciertos de Granada. Y amigos simpáticos y entrañables: Miguel Ángel Palanco con su hija María y su hermana Beatriz; José Jiménez, María Luisa Roca con sus Louboutin de suelas rojas al estilo Sarah Jessica Parker y sus "Manolos": Manolo Bravo, catedrático de Odontología y Manolo Martínez, asesor jurídico de Bestinver, que nos dio ánimos asegurando que la Bolsa no va tan mal. Entre las conversaciones post concierto y animados con los bombones, el cava y los fabulosos Gin Tonics que sirve Antonio Bernina se habló, cómo no, del famosísimo pulpo Paul, ¿por qué no tenía una silla reservada en primera fila? La verdad es que se le echó de menos. Hablan de emparentarlo con alguna salerosa y coqueta quisquilla de Motril… a ver qué pasa. Quizás anime al Granada Club de Fútbol a seguir en la senda de éxitos que ha obtenido este año y con la que tanto nos ha hecho disfrutar a los granadinos.

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