La normalidad

Dice la Constitución que todas las personas somos iguales. El marco legal es necesario, pero no suficiente

Hoy en día, nadie se atreve a afirmar que la diferencia entre las personas sea algo negativo. La diversidad, de cualquier tipo, enriquece.

Pero es que hoy en día lo "políticamente correcto" ocupa buena parte de las conversaciones públicas y privadas. Y luego, del dicho al hecho, es donde de verdad aparecen los peros.

Los peros son las dificultades que tienen las personas con cualquier diversidad funcional para encontrar trabajo. Los problemas que tienen quienes son de "otro color" para alquilar piso. Los conflictos con los que se encuentran todas aquellas personas que se salen de la "norma", ese estándar estrecho y muchas veces mezquino que nos hace temer o rechazar a quienes vemos como diferentes.

Esto ocurre aún con demasiada frecuencia, a pesar del mucho camino que se ha recorrido desde la subnormalidad o la enfermedad hasta llegar aquí.

A ese camino, como digo largo y doloroso para quien lo sufre, le queda recorrido. Desgraciadamente.

No cabe duda que son importantes las campañas de concienciación tanto como las leyes de inclusión. Pero quizá aún sea más importante que en la vida cotidiana hagamos realidad los principios legales, que no es tarea fácil. Dice la Constitución que todas las personas somos iguales, sin que pueda prevalecer discriminación alguna por razón de nacimiento, raza, sexo, religión, opinión o cualquier otra condición o circunstancia personal o social. Y, a pesar de ello, sigue habiendo brecha salarial, discriminaciones, marginación, acoso…

El marco legal es necesario, pero no suficiente.

La presencia de mujeres en la vida pública, en la política, en el arte, en la ciencia… no es fruto de un día, a pesar de la riqueza innegable que su presencia aporta a la sociedad.

De la misma manera, la incorporación de personas que salen de las normas estándares debería enriquecer al grupo, empresa, equipo que las incorpore.

¿Quién planificará una ciudad más ajustada a las necesidades de todas las personas que viven en ella? Sin duda quien incorpore al trabajo para esa ciudad a personas con necesidades y miradas diversas, como diversa es la población.

Otro motivo más para reflexionar ante las próximas elecciones: a veces, se dicen cosas importantes sin necesidad de usar palabras.

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