De nuevo, incertidumbre

Sabemos que, de no anticiparse, nos puede pasar algo similar a otros países europeos

Si algo caracteriza el tiempo que nos ha tocado vivir es la incertidumbre. La crisis económica generada a partir de 2009 o, ahora, la pandemia por el Covid-19 desde enero de 2020 han arrasado a muchas empresas, a muchos empleos y a muchas expectativas y, en el caso de la pandemia, se ha llevado por delante y se lleva aún muchas vidas.

La nueva y preocupante ola de casos de Covid-19 que afecta a diversos países europeos y que está llevando a nuevos confinamientos (Austria acaba de tomar esta decisión) y restricciones dado el enorme impacto en ingresos hospitalarios y muertes, trae de nuevo aires de incertidumbre. España, aunque hasta ahora con mucho menor impacto, no es ajena a esta nueva preocupación ya que también estamos sufriendo un incremento continuo y sostenido de casos desde hace un par de semanas.

Vuelve la incertidumbre a nuestras agendas porque las restricciones que se aplican en otros países (incluso en algunas comunidades autónomas españolas) además de aplicarse por la constatación objetiva del daño sanitario, se sabe que condicionan la actividad económica.

Y sabemos que, de no anticiparse, nos puede pasar algo similar a otros países europeos aquí en España. No hay que olvidar que en este tiempo (puente de diciembre y fiestas navideñas) la actividad económica tiene un gran impulso que nadie quiere perjudicar.

Pero desde el punto de vista epidemiológico sabemos que los encuentros sociales, familiares y festivos son un caldo de cultivo para los contagios y, en nuestro caso, los casi cuatro millones de personas mayores de 12 años aún sin pauta de vacunación completa y los cerca de cinco millones de menores de 12 años que aún no disponen de vacuna autorizada corren un riesgo especial si la incidencia de contagios se sigue incrementando.

Nos toca ser conscientes del riesgo y acertar en este contexto de incertidumbre; y podemos hacerlo si aprovechamos las enseñanzas que en esta pandemia hemos podido obtener. Los ciudadanos, tenemos que protegernos con mascarilla, lavado de manos, distancia de seguridad y airear espacios cerrados. Las autoridades, tomar decisiones de restricción de la movilidad ajustadas al riesgo que tengamos en cada momento para evitar un daño irreparable y trabajar para convencer que la vacuna es una opción protectora que no se debe desaprovechar.

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