Nada es lo que parece

Sugiero un esfuerzo para salir de nuestros propios prejuicios y estereotipos

Imaginemos que las cosas que llenan los titulares de los medios de comunicación y el desarrollo de las noticias no fueran un reflejo adecuado de la realidad política y social de España. Sugiero un esfuerzo para salir de nuestros propios prejuicios y estereotipos.

Para los seguidores de Pablo Casado y Albert Rivera, sería difícil así interpretar su realidad cotidiana cuando, al analizar la situación política de Cataluña, hubieran de dejar de creerse que el Gobierno de España y Pedro Sánchez no son partícipes ni corresponsables de un golpe de Estado sino que su actitud de relativa cautela pretende generar un escenario favorable a la distensión, el diálogo y el acuerdo pero siendo firme en no aceptar ninguna transgresión de la legalidad.

Para ellos, los seguidores de Casado y Rivera, la realidad política de Cataluña está construida interpretando que los independentistas catalanes son todos igual y piensan y valoran todo igual; si fueran capaces de interpretar que nada es lo que parece comprobarían que Puigdemont no piensa como Junqueras ni Junts per Catalunya piensa igual que ERC.

Y aunque crean a pies juntillas la interpretación basada en el marketing electoral de que Pablo Iglesias es el "embajador" de Pedro Sánchez cuando visita a Junqueras en la cárcel o al lehendakari en el Palacio de Ajuria Enea, si fueran capaces de interpretar que nada es lo que parece, podrían entender que nada más lejos de la realidad que afirmar que Pedro Sánchez y Pablo Iglesias son la misma cosa.

Nada es lo que parece. Estoy convencido de que para entender la difícil y compleja realidad de la política española, conviene elevarse un palmo del análisis y de la información que desde los medios de comunicación nos dibuja un panorama en el que en realidad, o los líderes Casado y Rivera inventan voluntariamente la realidad o, (lo que es peor), no saben interpretarla.

Nada es lo que parece. La realidad actual del conflicto político entre Cataluña y el resto de España hay que interpretarla desde el intento sincero de Pedro Sánchez de conseguir un escenario que permita un acuerdo de convivencia que hoy comenzaría por incorporar a ERC para culminar en el futuro con la incorporación del resto de fuerzas políticas catalanas y españolas y proponer un nuevo marco de convivencia que podamos votar catalanes y españoles.

Soy consciente que muchas personas no lo ven así. Pero es que nada es lo que parece. El tiempo dará y quitará razones.

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