Cambio de sentido

Lo que no me pase a mí

Lo que no me pasa a mí le pasa a otra. Lo que le hacen a cada una nos lo hacen a la sociedad entera

El pasado 25 de noviembre, me levanté y me fui al trabajo, que ese día consistía en dar una lectura -eché en la mochila poemas míos y de otras autoras españolas- que hicieran meditar sobre las mujeres en el mundo actual, las ideas y modelos que se tienen y tenemos sobre nosotras mismas, la violencia machista y los patrones mentales que la justifican, niegan o la ven como normal. En pleno acto, un hombre descolocado me faltó al respeto y trató de ponerme "en mi sitio". No hubo argumentación, sólo un ataque inmediato. Sé que ante un señor escritor, con una trayectoria y discurso similares a los míos, aquel hombre jamás hubiera tenido esa reacción. Yo, que no suelo ni quiero ir por la vida con la escopeta cargada, me quedé de un aire. La situación nos dejó violentadas a las intervinientes, y con profundo pesar a quienes asistieron. "Lo que no me pase a mí…", pensé la vez que el moderador de una mesa alabó mi belleza mientras pasó por alto la de mis compañeros varones de debate; cuando el técnico que ha venido a reparar algo a casa entiende que aquí no hay marido y cambia su actitud conmigo; si voy a un congreso acompañada de mi pareja y a menudo piensan que el escritor es él y yo la acompañanta; o cuando escuché a mi enamorado advertirme de las cosas sobre las que más me valdría, por el bien de la relación, no escribir nunca. Estas circunstancias -que denotan miedo atroz a la voz pública de las mujeres, desubicación ante la independencia de las mismas y tratamiento desigual- ya no cuelan por comportamientos normales. Mi entorno -compañeros de profesión, conocidos, amigos…- las viven con un estupor similar al mío. Salvo a redomados machistas, a nadie se le escapa ya que estas actitudes son inadmisibles. Ello es un gran avance social.

"Lo que no me pase a mí…". Lo que no me pasa a mí le pasa a otra. Lo que no me pasa a mí le pasa a la que su jefe le babea, y teme que la eche si le dice algo. A la revisora del tren a la que se le puso chulo un viajero. Lo que n o me pasa a mí le pasa a la que, por amor, ya no es ni su sombra. Lo que no me pasa a mí le ha pasado este año a 41 mujeres asesinadas por sus parejas o ex parejas. Lo que me pasa a mí nos pasa a todas. Lo que nos pasa a todas también me pasa a mí. Lo que le hacen a cada una nos lo hacen a la sociedad entera. Ya existe, en la gente de bien, esa certeza. A las mujeres que sufrís la violencia machista: sabed que, por fin y de una vez por todas, no estáis solas.

MÁS ARTÍCULOS DE OPINIÓN Ir a la sección Opinión »

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios