Nunca hubo peor enemigo que eso que se llama el 'fuego amigo'. Ningún partido se salva, en todos los lados cuecen habas y la política anda tan descosida y con tantas incertidumbres para alcanzar un sillón que hay mucha metralla interna en las formaciones. Por ejemplo, en el PSOE donde Pedro Sánchez tumbó ayer las propuestas de las provincias andaluzas donde no hubo acuerdo en las listas para conciliar entre susanistas y pedristas, dos bandos se mire por donde se mire. Está hasta escrito en un libro y en muchos fragmentos de la hemeroteca. Pero en Granada sí que ha habido acuerdo y la lista confeccionada por Entrena no ha recibido tachones. La inclusión de afines al presidente como Montilla y el exalcalde de Jun ha pesado y, entre medias, se cuela Elvira Ramón, a la que desde fuera se le ve como más próxima al susanismo que se respire en la Torre de la Pólvora, pero que seguramente se mantendrá en Madrid otra legislatura. Está claro que el pedrismo se impone, también en Granada. La cuestión es si los representantes de la provincia de los diferentes partidos tendrán algo de peso en Madrid, esta vez. Se admiten apuestas.