La chauna

José Torrente

torrente.j@gmail.com

El 'pedrosinglés'

Sánchez es doctor C2, sin plagio, en 'pedrosinglés'; un idioma tan flexible y cambiante que la regla de hoy igual ya no vale mañana

Traducir del pedrosinglés al español constitucional exige maña, paciencia y tener a mano la hemeroteca del presidente Sánchez. Su lengua tiene varios acueductos por los que se cuelan los dialectos del político resiliente, que traducido resulta: por Moncloa, yo ma-to.

Cuando Sánchez prometía en oposición ser transparente si llegaba al gobierno, nos quería decir traduciendo del pedrosinglés, que declararía secreto de Estado los gastos de viaje a la boda del cuñado, y evitar así ensuciar su imagen informando del alto coste del privilegio.

Cuando prometió usar la victoria en la moción de censura para "convocar elecciones cuanto antes", nos estaba obligando a usar el traductor del pedrosinglés para entender lo que quería decir: "Yo no soltaré el Falcon hasta 2020 ni loco".

Pedro Sánchez es doctor C2, sin plagio, en pedrosinglés; un idioma con gramática propia, tan flexible y cambiante que la regla de hoy igual ya no vale mañana. La palabra "relator" la usa para abrir negociación con los golpistas. Tradujo la ocurrencia al peresinglés que es la versión de Puigdemont i Torra, para explicar en catalán la cesión indigna del Gobierno en una mesa de partidos, pero sin el partido más votado en Cataluña y sin el más votado en España. En Madrid, sin embargo, el "relator" lo traduce el pedrosinglés como un ujier con funciones de secretario de actas. Aliviando el tropiezo.

Los díscolos del idioma, siempre tan vivo, traducen lo de "relator" con semántica propia: bajarse los pantalones. El pedrosinglés solo tiene un pronombre en singular, "yo". En plural también acredita un único y exculpatorio ítem: "ellos". Así la traducción siempre actúa a beneficio de poder seguir en la Moncloa. Si hay acierto usa el singular; si no, con el plural culpa a los otros.

El pedrosinglés traduce sus propias metonimias, metáforas y costumbres. A la derecha política la nombra en rima asonante como "la España de blanco y negro". Pero tiene una clave segura para salir de los embrollos dialécticos más ásperos: el vocablo "diálogo". Con él se viene arriba. Es la salida recurrente que a nadie molesta y que cierra líos sin dar portazos. Aunque tampoco abra muchas puertas pero evita arañar donde no hay esponjas. Diálogo. Así, en pedrosinglés puro. Aclarar para qué, sobre qué y con quienes dialogar, merece traducción. Los filólogos del pedrosinglés tienen la palabra. Que traduzcan lo que quiere decir diálogo en pedrosinglés es su misión pendiente. Y entenderlo, la nuestra.

MÁS ARTÍCULOS DE OPINIÓN Ir a la sección Opinión »

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios