La trastienda
Siete años para un espigón
Gafas de cerca
Quien suscribe podría jubilarse casi ya. Me va interesando que se dejen de retener y gravar a las pensiones por IRPF. Se reclama que tales rentas estén exentas del “impuesto rey”, por una supuesta doble tributación: “Ya pagué mi pensión”, ¿sí? ¿Vivas cuanto vivas? Sucede que una pensión pública es una renta, aunque no sea rendimiento del trabajo: es rendimiento “del no trabajo”. Bueno, es renta. Pero nos hacemos los nuevos cuando nos toca recibir de la cosa común. Un caso de “percepción selectiva”. Argumentos no nos faltan cuando se trata de defender el propio bolsillo.
Quienes, con pleno derecho, son beneficiarios de una paga vitalicia no están recuperando las contribuciones que ha ido cada uno aportando a lo largo de su vida laboral. Primero, porque la mayoría de esos trabajadores por cuenta propia y ajena recibirán, ya al sol, más de lo que han aportado al sistema. Cosa más que probable, dado que cada vez somos más longevos. Segundo, porque dicho sistema de pensiones sigue el esquema de la “solidaridad intergeneracional”, o sea: los cotizantes y contribuyentes no van generando una hucha personal que recibirán al terminar su vida laboral, sino que son los trabajadores activos quienes pagan las percepciones pasivas de quienes están en ese momento retirados.
Sólo los planes privados, un ahorro personal, van a un fondo propio. Que suele ser de escasa o nula rentabilidad, aunque estén incentivados fiscalmente. El gran ahorro español cursa con escritura y cuarto de baño. Pero, lo dicho: las percepciones que el Estado provee al jubilado no son el retorno de lo que dicha persona aportó al Estado durante una cantidad variable de años. Son un derecho; lo cual no es poco. Sus rentas pasivas las pagan quienes están trabajando en la actualidad, si es que esas contribuciones presentes, y las futuras, dan para cubrirlas. Para todo lo demás, los impuestos.
Como se ha encargado de recordar Efe, un fake que lleva rulando por las redes y ciertos periódicos desde hace diez años asegura –se puede asegurar lo falso– que el Parlamento Europeo publicó un dictamen que se opone a la “doble tributación” española sobre las clases ya pasivas. No. Sencillamente, tus pensiones no las pagaste tú. Pagaste las de los que estaban entonces retirados. Si aportaste más que otros coetáneos, tu paga será mayor. Hasta ahí llega la cuenta.
Dicen que dijo Josep Pla paseando con su boina por la ubérrima Manhattan en 1954: “Y todo esto, ¿quién lo paga?”.
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