Esta boca es tuya

Antonio Cambril

cambrilantonio@gmail.com

¿Quién piensa en Andalucía?

Pablo Casado ha confundido la velocidad con el tocino, la cultura con la ley, al ofrecer la versión pepera del mensaje de VOX

Los líderes de los principales partidos han convertido la campaña electoral andaluza en una batalla global. Juan Marín ha estado absolutamente emperrado en introducir a Cataluña en su discurso: ha acusado repetidamente a Pedro Sánchez de parte patrias y de utilizar a Pablo Iglesias como embajador en la cárcel para negociar el apoyo a los presupuestos a cambio de favorecer el independentismo. Pablo Casado, con su impresionante road movie sureña, ha convertido a Juanma Moreno en un actor secundario. El presidente nacional del PP no ha cesado de arremeter contra los inmigrantes, muy especialmente los de origen africano, al afirmar que hay que rechazar a aquellos que no vengan con un acta notarial firmada en el que se muestren dispuestos a aceptar nuestras costumbres. Ha confundido la velocidad con el tocino, la cultura con la ley, y ha ofrecido la versión pepera del mensaje de VOX. El partido de la extrema derecha extrema, que puede irrumpir por primera vez en el Parlamento autonómico, pregona el fomento de la inmigración de sudamericanos con la misma cultura, lengua y religión que los españoles, en detrimento de los de origen musulmán. Y Juanma Moreno anda estos días entretenido en desmentir las declaraciones del ex alcalde de Boadilla del Monte según las cuales, siendo el malagueño secretario de política territorial, le informó en la sede madrileña de Génova 13 de las andanzas de Bárcenas. Remedando la frase que unos atribuyen a José Cazorla y otros a Francisco Murillo, dos legendarios catedráticos de Derecho en la Universidad de Granada: "Si Casado piensa en África, Abascal piensa en Sudamérica, Marín piensa en Cataluña y Moreno piensa en Bárcenas… ¿quién piensa en Andalucía?"

De Andalucía habla Susana Díaz de Vivar, quien ha calificado a la Junta como "la institución más transparente" del país, al tiempo que se ha vindicado repetidamente como la campeona de "una España unida y en igualdad" pese a que ni los militantes de su partido la quisieron como secretaria nacional cuando se enfrentó al entonces malmatado Pedro Sánchez. Más verdiblanca ha estado Teresa Rodríguez, la candidata de la coalición que forman Podemos e Izquierda Unida con el apoyo de los restos del sector progresista del antiguo PA. De ella depende el futuro Gobierno andaluz si, como apuntan las encuestas, los socialistas ganan las elecciones y obtienen más diputados que la suma de las derechas (incluso, algo improbable, si obtuvieran menos). Adelante Andalucía no tiene intención de pactar con el PSOE, pero jamás permitirá el empoderamiento de Ciudadanos y PP. El proceso de investidura se anuncia tortuoso.

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