Pese a que desde el viernes los escaparates de los comercios ya lucían sus tradicionales carteles rojos anunciando las rebajas, y aunque las puertas de las tiendas ayer estaban abiertas de par en par, los granadinos prefirieron disfrutar de un fin de semana de playa antes de inaugurar las ya conocidas rebajas de verano. No hubo multitudes, ni tampoco colas en las cajas, por lo que aquellos que se acercaron al centro pudieron disfrutar de una tranquila velada de compras. ¿El resto? Estaba disfrutando de la playa, así que hoy sí que se esperan las grandes aglomeraciones de las que hacen gala las rebajas.
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