La ciudad y los días

Carlos Colón

ccolon@grupojoly.com

Mientras los políticos trapichean

Iba a escribir sobre la mezquina, chanchullera, mentirosa y paticorta vida política española. Pero...

Iba a escribir sobre el triste espectáculo del PSOE y el PP repartiéndose el Consejo General del Poder Judicial con una propina para Podemos. Iba a escribir sobre la vergüenza de Sánchez diciendo en octubre de 2014 "mi compromiso: regenerar la vida democrática es hacer un CGPJ verdaderamente independiente del Gobierno" y "la elección de los miembros de este órgano no puede seguir negociándose entre los partidos políticos" para después -como acostumbra- hacer lo contrario. Iba a escribir sobre la desvergüenza de Podemos participando en un juego que dice detestar y prometió erradicar. Iba a escribir sobre la escandalosa politización de la Justicia en España, que sigue dando la razón, tantos años después, a quien dijo: "Montesquieu ha muerto". Iba a escribir sobre el descaro con el que los jueces se alinean o son alineados en progresistas y conservadores con el apoyo de los partidos políticos. Iba a escribir sobre cómo estos apaños legales (o al límite de la legalidad), pero inmorales, han cambiado el escenario del juicio contra los golpistas independentistas. Iba a escribir sobre Ciudadanos, único partido que ha demostrado coherencia y vergüenza, y cuánta razón tiene Rivera al denunciar el "escándalo y la vergüenza" que convierte al Poder Judicial en "un supermercado". Iba a escribir sobre el escándalo de nombrar al presidente del CGPJ antes que a los vocales que deberían elegirlo. Iba a escribir sobre el hartazgo que me produce la cutre, mezquina, mediocre, chanchullera, mentirosa, paticorta e hipócrita clase política española actual, alertando a la vez que el lógico pesimismo, hartazgo y hasta asco que produce no debería impulsar a nadie a votar los extremos populistas y antisistema de Podemos y Vox.

Pero en los dos últimos días he leído dos noticias de hechos sucedidos en Andalucía que tienen que ver con lo peor de la vida real, de la maldad humana, de las carencias educativas y legales que agravan esta maldad o le dan oportunidades; y el bochornoso circo político se me quedó en nada. Una se refería a un hombre detenido en La Línea de la Concepción acusado de abusos sexuales a su hijo de 19 meses, al que contagió una enfermedad de transmisión sexual. La otra, a un joven de 19 años y nacionalidad ecuatoriana que ha matado a golpes a su madre en Alcalá de Guadaíra, al parecer, por recriminarle que llegara tarde a su casa. El infierno entre nosotros.

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