EL Gobierno acordó ayer enviar a las Cortes Generales el proyecto de ley de Seguridad Alimentaria y Nutrición con el que el Ministerio de Sanidad y Política Social pretende reforzar la vigilancia en todo lo relacionado con los alimentos y combatir la obesidad, fomentando hábitos de vida más saludables. La ministra responsable, Trinidad Jiménez, destacó que el texto elaborado es fruto del consenso y busca poner fin a una dispersión existente en materia de ordenación alimentaria y actualizar la normativa básica. Para ello la futura ley incide en un aspecto novedoso: regulará la composición de los alimentos que se venden en el ámbito escolar. El objetivo es tratar de erradicar un dato preocupante: uno de cada cuatro niños tiene sobrepeso u obesidad. Así, la nueva ley prohibirá la venta de alimentos y bebidas en el ámbito escolar que no cumplan con una serie de criterios nutricionales. Es indudable que se trata de un objetivo plausible, pero resulta llamativo que dichos criterios no se establezcan en la propia ley sino que se dejen para "un desarrollo reglamentario posterior elaborado por los expertos en la materia", según ha reconocido la ministra, algo que puede llevar a pensar que se ha precipitado la aprobación del proyecto de ley en un momento adecuado para Jiménez, al tiempo que es candidata en las primarias del PSOE madrileño. En cualquier caso, como sociedad de consumo, la española tiene en la obesidad, y en particular en la obesidad infantil y juvenil, un problema que debe afrontar cuanto antes. Por eso es positivo que una ley obligue a la industria alimentaria a minimizar el contenido de grasas que se ha demostrado que son perjudiciales para la salud o que se prohíba la publicidad en los colegios para evitar que se fomente el consumo de productos poco saludables. En cualquier caso, para conseguir una completa protección de la salud infantil y juvenil con el fomento de buenos hábitos alimentarios de los menores es importante que el Estado logre convencer a padres y tutores de que la obesidad es un mal que causa otras muchas enfermedades y es un mal evitable en muchos casos sólo con una alimentación equilibrada.