Los cupones no premiados son la inmensísima mayoría una vez celebrado el sorteo y conocidos los números de los poquísimos que son premiados. Es la ley de los sorteos, loterías, quinielas y demás juego de azar, la que señala que para que ganen unos pocos deben perder muchos. A pesar de eso, la ilusión por ganar algún día mantiene viva la esperanza de recibir un premio que haga la vida bastante más llevadera. Mientras llega el momento, no queda otra que tirar a la papelera todas las desilusiones.
No hay que rendirse a pesar de una bolsa de desilusiones
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