En un continente tan cosmopolita como el europeo es normal encontrarse con personas de todas las razas, credos, sexos y nacionalidades. Es tan necesario como lógico tener la suficiente empatía y claridad mental para comprender y romper una lanza en favor de la tolerancia (y del talante, como añadiría ZP) hacia todo ser humano. Sin embargo, como en esta foto no se trata de seres vivos que sienten y padecen, sino de objetos metálicos entre cartones y papeles que esperan a ser reciclados, es mejor romper el silencio.

MÁS ARTÍCULOS DE OPINIÓN Ir a la sección Opinión »

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios