Cuando rugen las tripas

Desde esa noche, siento que me revuelve las tripas cualquier cosa que yo creo que es una injusticia

La otra noche me despertó un terrible ruido interior que en la duermevela no supe de qué se trataba. Era como rugidos de un león que tuviera dentro del cuerpo. No tardé mucho en darme cuenta de que eran las tripas. En un principio creí que era el hambre, pero me acordé de que esa noche había cenado bien, por lo que las citadas vísceras no tenían ningún motivo para la queja. Aquello requería una conversación. Por eso les pregunté qué les pasaba. Me contestaron que estaban revueltas por lo que estaba pasando en el mundo. Le aconsejé que se calmaran porque ellas no podían hacer nada. Lo que más les preocupaba a mis tripas, de ahí que estuviesen revueltas, es lo que está pasando en Ucrania con ese loco que cada día se parece más a un Hitler de pacotilla. No saben mis tripas el derecho que tiene ese dictador ruso de reclamar Ucrania, pero está claro que para eso no se debe utilizar las armas, y menos si hay arsenales nucleares repartidos por todo el mundo que pueden dejar la tierra hecha unos zorros. Desde esa noche siento que me revuelve las tripas cualquier cosa que tenga que ver con lo que yo creo que es una injusticia o un ejercicio de poder. Me revuelve las tripas constatar que hay personas que se han lucrado a costa de una pandemia que nos ha tenido acojonados. Me revuelve las tripas verificar que el depósito de gasolina de mi coche se llenaba hace solo un año con cincuenta euros y ahora necesite más de ochenta. Me revuelve las tripas notar que Granada empieza a ser más conocida como paraíso de la marihuana que como un privilegio para los sentidos. Me revuelve las tripas el negocio de la luz que hace que me acuerde de la madre de quienes la controlan cada vez que enciendo una estufa. Me revuelve las tripas leer la noticia sobre el atraso comunicativo de Granada que permite que ir desde Sevilla a Madrid en AVE sea más barato que ir en el 'tren botijo' de Almería a Granada. Me revuelve las tripas comprobar como el Covid ha servido de excusa a muchas personas e instituciones públicas para justificar su vagancia o inoperancia. Me revuelve las tripas ver como el Granada CF cae en picado hacia la Segunda División y que nadie pueda poner remedio. En fin, que mis tripas están hartas de estar revueltas. Y yo también.

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