Crónicas levantiscas

Juan Manuel Marqués Perales

Ella siempre llama dos veces

Si el centro no es ideología, sino talante, entonces Casado sí ha girado hacia el centro: Cayetana por el alcalde de Madrid

No se confunda, la destitución de Cayetana Álvarez de Toledo ni está relacionada con otro giro ideológico del PP ni con las supuestas envidias que ella levanta en colegas menos brillantes, porque -admitámoslo- brillante es, John Elliot no le dirige una tesis a cualquiera. Otra cosa es que sea lúcida. Tampoco hubiese durado de ministra en un Gobierno que no presidiese ella.

Anoche escribí al presidente. Así se despidió Cayetana de Mariano Rajoy en noviembre de 2015, su primer portazo a un presidente del PP. No encuentro argumentos suficientes para defender a este Gobierno. Se fue, publicó su página postrera en su diario de referencia, acusó a Rajoy de compadreo con los nacionalistas catalanes y de no tener ni valor ni inteligencia para defender al PP ante Ciudadanos. Mi concepto de la libertad es incompatible con el concepto de autoridad del señor Casado. Segundo portazo a un presidente del PP, agosto de 2020. Brillante es; lúcida, no.

La última causa de su salida ha tenido bastante que ver con el pulso de Cayetana a Teodoro García Egea, el secretario general del PP, que no se encuentra, ideológicamente, más a la izquierda, sino todo lo contrario. La portavoz, enfrentada con Teodoro, porque ella lo vale, estaba creando un grupo paralelo al propio Grupo parlamentario del PP, donde había colocado a Gabriel Elorriaga, aquel otro que hizo de abanderado contra Rajoy en las semanas previas del congreso de Valencia con otra página en el diario de referencia contra el ex presidente popular. Para tal pulso, para vacilarle a un general secretario, hay que tener poderosos respaldos y Cayetana no los tiene, ni viene de ganar elecciones ni tiene detrás a militantes populares de tal o cual agrupación. Más allá de su brillantez, no ha ganado nada y viene de protagonizar sonoros fracasos en las elecciones en Cataluña; Teodoro, al menos, viene de Murcia, donde gobierna el PP, además de ser un excelente fontanero de la organización y de serle leal. Miren, estas cosas cuentan mucho en los partidos. Y en todas las organizaciones, donde hay que elegir constantemente entre la cooperación o el camino individual. Cayetana es de quienes escogen lo segundo, por eso sólo formará parte de organizaciones que ella misma haya creado, por eso no aspiraba a dar voz al PP, sino a sí misma.

Si el centro no es ideología, sino talante, entonces Pablo Casado sí ha virado hacia el punto equidistante de todo, allí donde apenas se oyen las estridencias y se odia menos. Es eso: Cayetana por el alcalde de Madrid, aunque también es una rectificación obligada de Casado ante el fracaso de querer conseguir el poder, deprisa, mediante la caída del Gobierno. Por asalto.

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