Granada capital acumula un nuevo brote de coronavirus y son seis los que mantiene activos. La Policía Local ya ha comenzado a poner multas, pero por las calles se siguen paseando demasiadas personas sin protección, quizás convencidas de que los cerca de 300 muertos que ha tenido que enterrar Granada desde que comenzó la pandemia son en realidad un bulo y que todo es una estratagema para recortarles sus derechos. O simplemente son unos inconscientes. En pleno confinamiento nos preguntábamos si todo iba a cambiar, si el ser humano haría borrón y cuenta nueva una vez que amainara el temporal. Y lo cierto es que sí, muchas personas han demostrado su responsabilidad desde que se levantan y cogen su mascarilla antes de salir a la calle. Es la mayoría que una minoría insolidaria no puede mancillar. Y es casi enternecedor cuando, en un paseo por la playa, nos topamos con un grupo de adolescentes y todos llevan su correspondiente mascarilla mientras hablan y ríen a carcajadas. Como cantaba Sabina, "que el maquillaje no apague tu risa". Tampoco la mascarilla.