Las empinadas cuestas

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El socialismo y el 8 de Marzo

EL 8 de Marzo, Día Internacional de la Mujer, tiene más de un siglo de historia; surge de las actividades del movimiento obrero, a finales del XIX y, desde entonces, ha adquirido una dimensión global para las mujeres; es un día reivindicativo, para analizar los progresos alcanzados, hacer visible el esfuerzo realizado y señalar las carencias.

Su símbolo primero fue el incendio en una fábrica de camisas en NY, en 1911, en un encierro por mejoras salariales en el que murieron 146 mujeres; en 1909 se había celebrado ya, en EEUU, el Día de las mujeres socialistas; en agosto de 1910 la II Conferencia Internacional de Mujeres Socialistas aprueba una propuesta proclamándolo Día Internacional de la Mujer Trabajadora. Desde entonces muchos países celebraron el 8 de marzo como Día de la Mujer. Años más tarde, en 1975, la ONU lo declara como Día Internacional, para ser ratificado en 1977 por su Asamblea General.

Esta sumaria cronología es para recordar sus raíces socialistas y pedir que nadie se tome a la ligera lo que simboliza: la exigencia de igualdad para las mujeres, hoy no conseguida y en franco retroceso. El machismo criminal sigue matando. Dice Michelle Bachelet: "La violencia contra mujeres y niñas es uno de los mayores retos de nuestro tiempo y afecta a 7 de cada 10 mujeres en todo el mundo".

En España, se ha avanzado mucho en igualdad en estos años, fundamentalmente con los gobiernos socialistas: Instituto de la Mujer, gobiernos paritarios, listas "cremallera", leyes de divorcio y aborto, integral contra la violencia de género, de igualdad efectiva entre mujeres y hombres, de parejas del mismo sexo, de dependencia, de salud sexual y reproductiva. Peleamos por la conciliación de la vida personal y laboral, el lenguaje no sexista, la equiparación salarial, las cuotas para tener el poder que nos siguen negando, de ahí que sintiéramos como un mazazo la moción de censura de Ponferrada el 8 de marzo. Nuestro día festivo y reivindicativo nos lo quitaron; nuestro trabajo de años nos lo robaban por una alcaldía; sólo desde la rabia y la indignación logramos que se rectificase esa decisión que nunca debió adoptarse. Una moción de censura apoyada en un acosador es inadmisible. Reaccionamos cuando nos enteramos, lo aseguro, e hicimos todo para impugnar el desastre. Griñán lo dejó claro: "La igualdad ha de estar por encima de cualquier interés orgánico o partidario". Me duele profundamente lo ocurrido.

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