puesto de socorro

Javier Aguilera

No es un sueño, es verdad

FELICITÉ tras una temporada que acabó en ascenso de su equipo al técnico Diego Martínez, gallego para más señas, al que dije algo así como que los conjuntos recogen su premio cuando se trabaja bien. Él me dio las gracias a la vez que me indicó que también hay veces que se hace todo el trabajo de forma correcta, se deja uno el alma en entrenamientos y partidos mas al final es el otro quien gana. Pensé en ello cuando falló Dani Benítez su primer penalti, también cuando marró el segundo y, sobre todo, después de que Carlos Calvo mandara el balón a las nubes en el suyo. La moneda cayó del lado adecuado, el fútbol fue justo porque sí algún equipo mereció pasar de ronda ese fue el Granada, pero no debemos olvidar que pudo ser al revés, y en ese caso los futbolistas hubieran merecido la misma ovación y hasta otra más grande. Estos jugadores, y este cuerpo técnico, lo han dado todo por el escudo, por lo que, se ascienda o no al final, la campaña debe considerarse un éxito total y no hay lugar para ningún tipo de reproche hacia nadie.

El partido sirvió para demostrar varias cosas: el Granada es actualmente mejor que el Celta, en Balaidos no fue peor y en Los Cármenes fue bastante mejor; esos tiempos de infortunio en los que todo salía mal ya han pasado; el sino de los granadinos es sufrir, porque no se puede pasar peor en un partido ni la forma de ganar puede ser más dramática y maquiavélicamente retorcida. Dice Fabri que son más héroes los que fallan los penaltis que los que marcan, yo solo sé que hay que tenerlos muy bien puestos para fallar dos penaltis, en un partido tan vital, y volver a tirar otro, como hizo Dani Benítez.

No me pesa nada la eliminación del Celta. Sus futbolistas entraron a Los Cármenes riéndose del recibimiento que les dio la afición rojiblanca -estaba allí para verlo- y Aspas se pasó tres pueblos, como si no hubiera tenido bastante con la patada a Roberto en la ida, mandando callar a la afición tras lanzar su penalti. Se ve que el muchacho no es muy espabilado. Vi el partido junto a varios dirigentes vigueses y los futbolistas no convocados; lo pasaron tan mal como todos nosotros pero se fueron con la cabeza gacha sin poner ninguna objeción al triunfo local. Por cierto, dos filas más adelante había un par de ojeadores del Barcelona que me reconocieron que venían a ver al Granada. Me pareció flipante.

Me da igual Elche o Valladolid, jugar primero dentro o fuera. Creo que los pucelanos son mejores pero estaría bien disputar el segundo partido en Los Cármenes. De los ilicitanos me asusta que vuelvan a sacar de quicio al Granada, monten una encerrona en la vuelta y preparen una eliminatoria en la que se mueven mejor que los rojiblancos. Sea quien sea, estamos a dos partidos de Primera. No es un sueño, es verdad.

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