Esta boca es tuya

Antonio Cambril

cambrilantonio@gmail.com

Quien lo sufrió lo sabe

Candel se ha equivocado al descalificar a sus adversarios. Pero la causa que defiende vale más que todos sus errores

El alcalde permanece refugiado y ajeno en su despacho de la Plaza del Carmen como los reyes leoneses en Babia cada vez que se producía una incursión de las tropas musulmanas. Susana Díaz huye hacia Madrid y no pisa Granada. El PP, que intenta desarbolar y privatizar la sanidad pública allá donde gobierna, se convierte en su paladín en Andalucía. Ciudadanos niega en el Parlamento autonómico el debate sobre la fusión hospitalaria contra la que se manifiesta en las calles; y ahorra así fatiga a los diputados que sólo llevan 40 días de vacaciones navideñas pagadas y con dietas. Los sindicatos se sienten engañados y rompen las negociaciones. Los responsables sanitarios, sin otra estrategia que la que le permita seguir en el cargo, ofrecen una respuesta de catálogo: dilatan, confunden, dividen, asustan con que viene el lobo por la derecha y por la izquierda y judicializan el problema al anunciar una querella por injurias y calumnias contra Jesús Candel. Y no escasean quienes comparan al médico de urgencias con el flautista de Hamelín, lo que, más que para él, constituye un desprecio a las decenas de miles de granadinos equiparados con ratones o menores de edad hechizados e ignorantes. El conflicto sanitario es ya una enorme carajera social y política.

Nadie es perfecto. Candel se ha equivocado al descalificar a bata descubierta y con tono grueso a sus adversarios, e incluso a quienes persiguen los mismos fines con otros medios. Pero no es menos cierto que la causa que defiende vale más que la suma de todos sus errores y que con su hemorragia de sinceridad ha logrado aglutinar tras de sí a multitudes de personas de distinta condición e ideología pero con los mismos males y temores. Esa es su fuerza, la de la gente común y consciente de que una ecografía puede tardar medio año, de que una cita en el urólogo se demora cuatro meses, de que si entras en urgencias externas en el hospital de la zona sur encontrarás excelentes celadores, enfermeros y médicos que te aliviarán el dolor pero no el riesgo. Los mismos que al final te explicarán que para conocer y remediar la enfermedad con prontitud has de desplazarte al Virgen de las Nieves.

¡El PTS! ¡Una inversión prodigiosa! ¡Un edificio gigantesco! Una maravilla si hablásemos de arquitectura y no de medicina… porque sus urgencias nocturnas no disponen de especialistas en cardiología, respiratorio o digestivo. Candel lo denuncia. Y quien lo sufrió lo sabe.

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