Otro atisbo de medida a adoptar y no tardan en aflorar las dudas para los afectados, o beneficiarios, según con el cristal que se quiera ver. Ayer la Junta de Andalucía apuntó el plan de desconfinamiento que ha remitido al Gobierno central, en el que contempla la limitación del aforo y el tiempo de permanencia en bares, cafeterías y restaurantes, además de su apertura desde el 25 de mayo. Entre las propuestas, limitar el tiempo de estancia para desayunos y comidas y establecer turnos, reduciendo lógicamente el aforo de los locales. Todo está ahora en manos del Ministerio de Sanidad. Mientras tanto, los representantes del sector de la hostelería en Granada alzaron la voz ayer. Temen que los clientes se muestren reacios a entrar en los negocios y que obliguen a convertir los locales en auténticos búnkeres con el montaje de manparas y demás medidas que parecen haber adoptado ya en otros países. Y ahí saltan las dudas por el gasto que puede conllevar adaptarse a las exigencias del Gobierno. Y es que los empresarios de la hostelería no pueden olvidar los enormes gastos realizados, en muchos casos en vano, frente al tabaco.