Dos tiendas de la calle Libreros

Es terrible como el centro de Granada ha perdido sus comercios más tradicionales

En la calle Libreros de la capital granadina, una estrechita que conecta la plaza Alonso Cano con Bib Rambla, hay dos negocios que llevan abiertos muchos años. Uno es una tienda de productos de cera y el otro una mercería. Los dos dueños se llaman Francisco y la gente del barrio los conoce al primero por 'Paco Velas' y al segundo por 'Paco Hilos'. Normal. El caso es que 'Paco Velas' lleva casi sesenta años fabricando cirios y sabe todo del oficio. Su abuelo fue el que fundó la Cerería Rivero en 1920 y tres generaciones han vivido de eso. Pero el negocio ya no tira más. Ya no hay más cera que la que arde. Hace poco dijo en el periódico que sus hijos no quieren heredar el negocio, por lo que tendrá que cerrar. De la mercería de Paco 'Hilos' se han nutrido decenas de costureras que cosían o bordaban a mano. En un mundo que anda tan deprisa ya no se conciben las cajas de botones, los hilos, las madejas de lana o los retales. Es terrible como el centro de Granada ha perdido a sus comercios más tradicionales. Como la artesanía y lo hecho a mano ha ido cediendo espacio a lo hecho a mansalva y en serie. Ya no hay zapateros remendones, ahora se rompe un zapato y hay quien te dice que cuesta menos comprarse unos nuevos. Vivíamos los años en los que las cosas se arreglaban. Y eso porque todo se hace ya con el propósito de que las cosas duren poco y la renovación venga por lo nuevo, no por arreglar lo antiguo. Me acuerdo cuando antes hacían frigoríficos, cocinas y televisores que duraban toda una vida. Eran buenos y apenas se escacharraban. Ahora los hacen para que se escacharren a los tres días y la mano de obra valga más que comprar uno nuevo. Es el consumismo. Por eso, a los que tenemos cierta edad, nos da pena de que cierren negocios como el de Paco 'Velas'. Granada ha contado siempre con una gran cantidad de legados, oficios y tradiciones que vienen de siglos. Estoy convencido de que llegará un día en el que la creatividad consista en convertir lo antiguo en moderno, el día en el que los objetos recobren su espíritu y el día en el que queramos cosas que duren mucho y no esas de usar y tirar. Y si no llega, será señal de que la especie humana ha fracasado.

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