El termómetro

ENRIQUE NOVI

A través del espejo

EL carrolliano Rajoy ha pasado de Alicia en el País de las Maravillas a su continuación, Alicia a través del espejo. No creo que haya analista político capaz de explicar el optimismo impenitente de nuestro presidente sin acudir al esoterismo, la mística o, más probablemente, la cara oculta de la conciencia, el mundo onírico que solo somos capaces de vislumbrar a través de las sustancias psicoactivas. Si, como sospecho, Rajoy ve el mundo, y en concreto esa sufrida parte de él llamada España, tamizado por la alteración de la conciencia alcanzada mediante la ingestión de algún potente psicotrópico, desde ya imploro a quien tenga conocimiento me informe de cómo se llama y donde puede conseguirse una pócima que ríete tú del prozac, el ácido, la salvia divinorum, la ayahuasca o el peyote. Es para unos amigos psiconautas. Y, aunque podrían ser efectos secundarios no deseados de su abuso, cuando hablo de su alterada percepción no me refiero a esos tics tan característicos de Don Mariano. Tampoco a su convencimiento sobre la inocencia de Cristina de Borbón, el mismo que manifestó tener en su día por Bárcenas, Matas o Camps. Ni siquiera a sus acusaciones de complicidad con ETA, que ha ido dedicando consecutivamente a Zapatero, a Rubalcaba (ahora convertido por mor de su retirada en un intachable y modélico hombre de estado), a las víctimas del 11-M, a los indignados del 15-M, a Podemos. Como tampoco me refiero a la manipulación interesada de las víctimas, despreciando y silenciando a las del franquismo y apropiándose para su uso sectario de las de ETA. Ni a su papel como zorro guardián de las gallinas, enarbolando la bandera de la transparencia y la regeneración con una mano mientras la otra no da abasto barriendo todas sus vergüenzas bajo de la alfombra (la mejor marca de la democracia en gobernar por decreto ley, superar todos los récords de indultos para amigos y clientes, y tener más aforados que el resto de democracias juntas, por no hablar del blindaje que se proponen para las municipales). Ni por sacar pecho diciendo que las cuentas del partido están auditadas por el Tribunal de Cuentas, que tiene tanta credibilidad como una decisión de Homer Simpson… No es por nada de eso, la verdad. Es por estas palabras: "La sanidad es más universal que antes, mi gobierno es el que más becas ha concedido y el que más dinero ha dedicado a la dependencia. Somos la garantía para el estado del bienestar". Sea lo que sea lo que tome, yo quiero. Claro, que Magdalena Álvarez tampoco ha dimitido por su imputación en el caso de los ERE… Tal vez sea yo el deba dejar se esnifar pegamento.

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