En las instituciones ferroviarias del país no son dados a hablar nada más que cuando las cosas están claras. Sólo lo hacen con hechos. Es más, las adjudicaciones y licitaciones suelen hablar por ellos. Había muchas dudas hacia el futuro de las conexiones por tren convencionales desde Granada. Lo decían las plataformas y en Adif, por ejemplo, se insistía en que las relaciones de media distancia iban a ser a través de Alta Velocidad, sin especificar si eso supondría un adiós al transporte ferroviario tradicional. Los últimos movimientos indican que aquellos de los que dependen los trenes en España no piensan en darle la espalda a esta manera de viajar, más barata y accesible para todos los bolsillos. Y es que de media, un billete de Alta Velocidad suele costar el doble que uno convencional, aunque por contra la duración de los trayectos es muy superior. Pero en la variedad de la oferta está el éxito de un sistema de transportes eficiente y usado por los viajeros. Como existe en otros países, para un mismo trayecto puede haber hasta tres billetes y trenes diferentes. Sólo varía el precio. Hay que procurar un tren para todos.

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