La ciudad y los días

Carlos Colón

ccolon@grupojoly.com

La triste historia acabó bien

Porque desde 1979 vivimos en una tercera España que dejó atrás las dos de Machado

Sigo recordando, tras la muerte de Roberto Bodegas, el largo camino de la tercera vía del cine y la tercera España. Durante la II República Cifesa unió calidad y comercialidad con las películas de Benito Perojo y, sobre todo, de Florián Rey e Imperio Argentina, desde La verbena de la Paloma en 1934 a Morena Clara en 1936. Hizo explícita su política inspirada en Hollywood con un decálogo que anticipaba la tercera vía. Algunos de los mandamientos eran "complacer al público sobre todas las cosas" y "honrar el espectáculo y el arte"; y los diez se resumían en dos: "Cuidar y atender al público y ofrecerle constantemente las películas Cifesa-Columbia" (porque era la distribuidora exclusiva de Columbia y pudo emprender su etapa más ambiciosa gracias al éxito de Sucedió una noche de Capra, estrenada en 1934). De capital conservador, Cifesa pasó sin apuros de la II República a la dictadura y fue la más importante productora -"la antorcha de los éxitos"- de los años 40.

Su rival Filmófono, creada en 1935 por el gran empresario Ricardo Urgoiti -fundador de Unión Radio, actual Cadena Ser-, también representó, desde el republicanismo liberal, esa tercera vía que tenía a Hollywood por norte. Con Luis Buñuel como jefe de producción y un equipo de grandes profesionales entre octubre de 1935 y julio de 1937 estrenó Don Quintín el amargao, La hija de Juan Simón, ¿Quién me quiere a mí? y Centinela alerta. La guerra y la dictadura la liquidaron. En su autobiografía recuerda Buñuel: "Urgoiti, encantado de nuestra colaboración, acababa de proponerme una asociación magnífica. Íbamos a hacer juntos dieciocho películas, y yo pensaba ya en adaptaciones de las obras de Galdós. Proyectos perdidos, como tantos otros. Durante varios años, los acontecimientos que hicieron arder a Europa me mantendrían alejado del cine".

Europa dejó de arder en 1945. España no halló su tercera vía política democrática hasta 1979. Pero afortunadamente los protagonistas de estos dos artículos -no sólo Bodegas, fallecido hace pocos días, y Dibildos, que lo hizo en 2002, también Urgoiti y Buñuel, que vivieron hasta 1979 y 1983- pudieron vivir el retorno de la democracia. Porque desde 1979 vivimos en una tercera España que dejó atrás las dos de Machado y cuya historia ya no es, como escribió Gil de Biedma, la más triste de todas las historias de la Historia porque siempre acaba mal.

MÁS ARTÍCULOS DE OPINIÓN Ir a la sección Opinión »

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios