en abierto

Francisco José Ortega

El triunfo del ídolo mediático

Contador pertenece a esa estirpe de ciclistas que emociona y a los que la afición les puede perdonar un desliz

CONTADOR conquistó ayer su segunda Vuelta a España, hasta ahí sería un titular objetivo, propio de una agencia de noticias, carente de la valoración subjetiva que le da cierto sentido al periodismo del papel en esta era en la que la inmediatez les pertenece a las redes sociales. Pero en Madrid no se vivió ayer sólo el final de una Vuelta más, se corroboró la simbiosis entre el ídolo de masas, entre el deportista mediático, y el aficionado medio. Claro que habrá quien crea que Contador es más tramposo que todos los demás por la pírrica cantidad de clembuterol que le detectaron en Francia en uno de los miles de controles antidopaje a los que habrá sido sometido, pero, sin duda, esta espectacular ronda que se ha podido disfrutar por las carreteras del norte de España ha servido, sobre todo, para evidenciar que los aficionados al ciclismo en este país siguen teniendo al pinteño en lo más alto de su pedestal.

Sin ser un loco del deporte de la bicicleta, pero sí con la suficiente pasión como para haber seguido las tres grandes rondas desde que las conexiones en los boletines horarios de la Ser con Chico Pérez eran la única manera de estar al tanto de lo que sucedía en las grandes etapas del Tour, el Giro y la Vuelta, he de insistir en que Alberto Contador cuenta con ese halo que lustra todas las competiciones en las que participa. Y a ese tipo de ciclistas todos están dispuestos a perdonarles cualquier desliz, como le sucediera en su día a Perico Delgado o le habría pasado a Miguel Induráin en caso de haberse visto implicado en una polémica de ésas durante su inmaculada carrera deportiva. Contador pertenece a esa estirpe de grandes ciclistas españoles que emocionan a todos, igual que Perico e Induráin, como ocurriera con Ocaña, Fuentes, Galdós, Alberto Fernández, Sastre y los que ya, por razones de edad, no tuve ocasión de seguir sus hazañas a través de los periódicos y la radio, primero, y las televisiones más recientemente. Así que, decíamos ayer, ¿qué son 18 meses si Contador ya está aquí de nuevo? A volver a disfrutar del ciclismo.

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